Los vigilantes de la ORA creen que el sistema ha fracasado por mala gestión

"La ORA está moribunda. Muchas multas no se procesan, menos aún son las que se pagan; hay calles por las que los vigilantes no pasan...". La Asociación Profesional de Controladores de Estacionamiento considera que la ORA está sentenciada a muerte dado "el desinterés de los políticos", según afirma el presidente de la asociación, Felipe Martín. Los vigilantes denuncian que "sufren coacciones" para no denunciar a los vehículos particulares de los policías.

Una pegatina con la imagen de un paraje madrileño estratégicamente colocada en el cristal de un automóvil es clave suficiente para que los controladores de la ORA no denuncien el vehículo. "La pegatina significa que es el coche de un policía y, aunque en el bando de la ORA no especifica nada al respecto, no se puede denunciar", explica Martín.Un controlador que multó a un coche acreditado con pegatina fue amonestado en septiembre pasado "por falta de celo en el servicio". La amonestación estaba justificada así: "Por formular denuncia a dos vehículos pertenecientes a miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, incumpliendo las instrucciones del jefe de zona de no denunciar a los vehículos que se encuentren identificados".

Según Martín, las acreditaciones no han sido siempre iguales. "Antes tenían un cartoncito que se anuló al comprobar que se fotocopiaba con facilidad. Entonces nos dieron una lista de las matrículas de los coches de los policías, con las que anduvimos durante algún tiempo", explica.

Colectivo de privilegiados

El colectivo de personas privilegiadas a las que no se puede denunciar es más amplio. "Alrededor de un ministerio o de una delegación nos encontramos con autorizaciones de mil tipos, hechas a máquina en papel oficial cartones con bandas de colores ... Desconocemos si son autorizaciones oficiales".

Pero la ORA está de capa caída, según consideran los controladores, por otras razones. "El servicio no ha evolucionado desde su implantación. Es más, según se iba ampliado a más calles la plantilla de vigilantes ha ido recortándose", explica Martín. "Si antes teníamos una ruta, ahora tenemos que cubrir dos, por lo que no es raro que haya calles a las que no lleguemos".

La asociación ha elaborado un informe en el que afirma: "Nuestros jefes, siguiendo las directrices de la EMT, valoran más la cantidad de denuncias que se ponen. La empresa exige un número determinado de denuncias por cada hora de servicio. Actualmente se ponen diariamente 20.000 multas, número que el Ayuntamiento reconoce que es imposible de tramitar [apenas notifica 4.000, según datos del grupo municipal de Izquierda Unida] ".

Según Martín, en ocasiones se les impone que también denuncien a los coches que aparcan en doble fila, en zona de carga y descarga o en carril-bus, "cuando no estamos autorizados, como ya ha reconocido algún juez, para realizar tales denuncias".