El ministro de Economía advierte sobre la "próxima quiebra" del Estado argentino
El Gobierno argentino ha puesto en marcha una serie de medidas económicas, que significan una especie de ajuste del ajuste, en un intento de cortar la hiperinflación y evitar la quiebra del Estado. El ministro de Economía, Erman González, anunció las nuevas medidas en un mensaje a todo el país la noche del pasado domingo y advirtió que el país latinoamericano se enfrenta a la "próxima quiebra definitiva del Estado".
En un pasaje de su mensaje, González reconoció que "el Estado está al borde de la quiebra y eso es lo que debemos evitar con su redimensionamiento y su reequilibrio. Lo contrario supone dejar que la quiebra del Estado nos arrastre a la anarquía Y al caos social".Para tratar de conseguir una tregua y reacomodo de los mercados financieros, el Gobierno decretó para ayer feriado cambiario y bancario y no hubo operaciones que permitan observar la reacción a las nuevas medidas.
González lanzó lo que algunos periódicos califican de Erman 3. Esto significaría que hubo tres planes desde que González asumió la cartera de Economía el pasado 18 de diciembre. En realidad, se trata de una profundización del ajuste, una vuelta de tornillo en la aplicación del plan original de disminución del Estado, control del gasto público y lucha contra la hiperinflación, la recesión y la licuación de la moneda argentina frente al dólar.
En la cadena nacional de radio y televisión, con gesto más grave de lo habitual, González resumió durante algo menos de media hora las nuevas medidas: reducción del gasto público de 2.000 millones de dólares (220.000 millones de pesetas); cierre del Banco Hipotecario e intervención del Banco Nacional de Desarrollo (BANADE); cancelación de redescuentos bancarios; jubilación obligatoria a todos los empleados públicos que hayan alcanzado la edad, con pase a la situación de disponibilidad, con su sueldo asegurado, hasta el retiro definitivo; congelación durante 60 días del pago a los contratistas del Estado; supresión de 56 secretarías de Estado y 80 subsecretarías; indexación diaria de los impuestos, y congelación del empleo público.
El Gobierno también garantiza un salario de 450.000 australes (algo menos de 9.000 pesetas al cambio actual) a los empleados públicos a partir del 1 de abril. Se suprimen las paritarias, convenios colectivos, en los bancos oficiales y empresas públicas. Cobro de un 5% de retención a las exportaciones agropecuarias y se incrementa un 1,5% el impuesto a los capitales, lo que significa elevarlo a un 3%. Se prohibe al banco central la emisión de moneda para financiar el dèficit.
Aumento de precios
Todas estas medidas van acompañados de un nuevo tarifazo, que ha supuesto un incremento de la gasolina de un 125%. El litro de súper costará 2.000 australes (unas 40 pesetas) el litro. Para paliar el efecto de esta subida sobre las economías familiares, con el elevado costo del transporte público, se dará un trato especial al gasoil. La tarifa del teléfono subirá un 300%.
Los principios básicos del plan, vigentes desde que González llegó a la cartera de Economía el pasado 18 de diciembre, se mantienen y continúa liberado el mercado cambiario y los precios. No obstante, se ha introducido un mecanismo para los cambios, que podría introducir un elemento de control en las contínuas subidas y bajadas del austral. A partir de la apertura hoy del mercado cambiario se concentrarán a Ias 11.00 de la mañana las ofertas y demandas de dólares. El Banco de la Nación podrá así fijar la cotización neta del dólar e intervenir con compras o ventas de dólares. Se trata de evitar las estampidas monetarias y las operaciones de especulación, con oscilaciones en forma de tobogán monetario, que se producen todos los días en la City de Buenos Aires. El Gobierno espera que el tipo de cambio del dólar se sitúe en torno a 5.200 australes. Esto significaría un descenso de la cotización del dólar, que días atrás llegó a rebasar los 6.000 asutrales.
Los primeros en reaccionar ante las medidas anunciadas fueron los empleados de los dos bancos públicos afectados. Los del Hipotecario, que será cerrado, ocuparon ayer la sede central, situada en la misma plaza de Mayo, a unos pasos de la Casa Rosada. La sensación reinante es que estas nuevas medidas suponen una especie de última oportunidad del actual Gabinete para controlar la crisis.
El discurso de González tuvo tonos graves en la forma como justificó las nuevas medidas. Las primeras palabras del actual ministro de Economía fueron que "la economía argentina se encuentra desde hace más de un año en condiciones límite; esto es, operando al borde de la hiperinflación, de la cesación de pagos interna y externa, de una recensión con desempleo masivo y próxima a la quiebra definitiva del Estado".
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