España, firme candidata a obtener hoy la sede de la Agencia Europea de Medio Ambiente
El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CE debate hoy, lunes, en Bruselas la concesión de la sede de la futura Agencia Europea de Medio Ambiente. Fuentes de la Comisión Europea señalan a Madrid como la principal candidata "a poco que España insista". El Gobierno teme el coste extra de mejorar la protección medioambiental y dar ejemplo, aunque acaricia a la vez el factor imagen de este organismo para un país turístico.
La candidatura española depende del "énfásis que ponga el ministro", Francisco Ferinindez Ordóñez, según fuentes comunitarias. La sede de la Agencia Europea de Medio Ambiente se discutirá en la comida y forma parte de un paquete en el que entra la Oficina de Marcas -inicial aspiración española-, la Fundación para los Países del Este y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo para Europa central y oriental (BERD).
El ministro francés Roland Dumas planteará también la defensa de Estrasburgo como sede de los plenos del Parlamento Europeo. En esta ciudad francesa, igual que en Bruselas, se construyen en paralelo dos futuros hemiciclos.
El tema de la sede de la Agencia es el más maduro y EsPaña se inclina por esta opción ante la inseguridad de la Oficina de Marcas frente a una reclamación ante el Tribunal, de la CE por parte de Luxemburgo, amparado en que la Cáiriara de Recursos de la oficina es una instancia jurídica y como tal le pertenece. La postura oficial, sin embargo, es que "no renunciamos a nada".
La candidatura de Madrid fue elegida por el Gobierno frente a Barcelona para evitar conflictos por las transferencias de competencias en materia medioambiental a las comunidades autónomas.
A favor de España juega que es uno de los cuatro países comunitarios, junto a Grecia, Dinamarca y Portugal, que carecen de una institución de la CE.
Además, en la propia Dirección General de Medio Ambiente de la CE se hizo un sondeo entre los altos cargos para elegir la sede ideal y España logró seis votos de un total de ocho. Entre los argumentos a favor se insistió en que la Agencia obligaría a cambiar la actual política medioambiental española, bastante reacia a muchas propuestas de la Comisión Europea. Incluso se utilizó la imagen de que el organismo sería una especie de caballo de Troya.
Madrid ofrece ventajas de comunicaciones frente a otras ciudades candidatas como Lisboa, Atenas, Luxemburgo, Estrasburgo o Cambridge. Pero el principal atractivo de la oferta española es que es la única "con una cesión de uso gratuita". La sede elegida es el edificio Carderera, ocupado actualmente por la Junta de Construcciones del Ministerio de Educación, un edificio histórico singular y situado en pleno Retiro, en un entorno muy acorde con su función". España ofrece además todas las conexiones, el mobiliario y el equipo informático que "la Comisión precise y elija". Tres o cuatro personas de la Administración española asistirán a la puesta en marcha e instalación de la sede de la Agencia en nuestro país. La propuesta mejora todas las demás, incluida la danesa a favor de Copenhague, que es la que más se acerca.
Conferencia del mar del Norte
Por otro lado y según informa Reuter, ministros de ocho naciones ribereñas del Mar del Norte se reunirán esta semana, de miércoles a viernes, en La Haya en la Tercera Conferencia del Mar del Norte, que abordará la reducción de vertidos a este mar. La reunión estudiará también los progresos realizados desde 1987, cuando los ocho países acordaron que para 1995 reducirían un 50% sus vertidos.
A pesar de las conferencias de 1984 y 1987, el Mar del Norte continúa siendo el basurero de millones de toneladas de residuos que cada año alcanzan un volumen comparable a un depósito de 15 kilómetros cuadrados y 18 pisos de altura.
La mayoría de los países confían en que salga aprobada una propuesta que regule, por primera vez, las emisiones atmosféricas que depositan en el mar el 40% de sus agentes contaminantes. Holandeses, daneses, noruegos, suecos y alemanes occidentales presionan para reducir un 70% de tóxicos como el mercurio, cadmio, dióxido de nitrógeno y grafito y que se logre adelantar a 1991 la prohibición de incinerar de vertidos en alta mar prevista para 1995. Ni el Reino Unido ni Francia ni Bélgica están dispuestos a que estas propuestas concretas salgan adelante.
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