Una empresa privada ofrece un servicio telefónico para atascos
Los chicos y chicas de La Tranquilizadora salen a la calle a las ocho de la mañana vestidos de un llamativo color naranja y se meten en los atascos armados con un telefóno para ofrecer, por 300 pesetas el medio minuto, la posibilidad de disculparse por un retraso o dar un recado urgente. Eduardo Molet, pionero de este servicio en España y presidente de la empresa de seguridad que lo ha instaurado, explicó ayer que la idea funcionaba en Nápoles desde hace tiempo.De momento la empresa cuenta con 10 teléfonos, cuatro motos y más de 20 jóvenes, en su mayoría mujeres, que a través de un sistema que Molet no quiere desvelar averiguan donde están los atascos más problemáticos de la jornada. "Los equipos, peatonales y motorizados, se van moviendo sin parar dependiendo del momento, día y obras que se realizan en Madrid" explica el vasco Molet.
En su primer día en la calle, la realidad ha destrozado todas las previsiones. "Pensábamos que la primera hora de la mañana iba a ser la de mayor demanda, pero después de la experiencia de hoy sabemos que la hora clave es la una de la tarde" dice.
La razón que esgrime el empresario es que "la gente se organiza para realizar cuatro gestiones en una mañana y los sucesivos retrasos ocasionan que siempre quede descolgada la última cita, aunque también ha habido gente que ha llamado a su mujer sólo para decir que llegaba tarde a comer".
El precio de un teléfono portátil es de 340.000 a 490.000 pesetas sin contar el IVA.
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