Reivindicaciones de risa
Las carrozas y comparsas del desfile hicieron un repaso a los escándalos de la vida pública
Los artesanos de la plaza de Santa Ana fueron apaleados por policías municipales de mentira. Los alumnos de los conservatorios del Ayuntamiento de Madrid enterraron a la difunta música en directo. El grupo KIO construyó torres de cartón en la plaza de Castilla. Un grupo de piratas tomó la calle al abordaje. Y todo ocurrió ayer en el paseo de la Castellana. El desfile de carnaval congregó en el centro de la ciudad a miles de madrileños de paisano, que admiraron cómo algunos de sus conciudadanos disfrazados sacaban a la calle los escándalos de la vida pública del año.
La Castellana sin coches, cielo raso y casi 20 grados de temperatura. La ciudad se llenó. Entre la calle del Marqués de Riscal y los Nuevos Ministerios, lugar de concentración de los participantes en el desfile -46 carrozas, 25 comparsas y mucho espontáneo-, míles de madrileños pa searon ayer con una sonrisa en la boca admirando los disfraces y los grupos de danza.Casi a las ocho, con una hora de retraso, arrancó el desfile y comenzó la lluvia de confetis y serpentinas en la Castellana.
Las alusiones a los escándalos de la vida pública del año y a los personajes populares fueron lugar común para muchas de las comparsas y carrozas que participaron ayer en el desfile de carnaval.
Casi 40 Juan Guerra -poblada barba, calva brillante, gafas oscuras y Taletin negro- y al menos dos Angel Matanzo, con cejal del distrito Centro, marcha ron al son de tamborradas y sil batos. La musa de las fiestas Marta Sánchez, marchó en decimotercer lugar, vestida de grana con alamares y cola de gasa.
El gran ausente
Todos hicieron su numerito estelar frente a la tribuna de autoridades, en la que Agustín Rodríguez Sahagún, alcalde de Madrid, fue de nuevo el gran ausente. Por ello, fue José María Álvarez del Manzano, primer teniente de alcalde, quien tuvo que aguantar el rosario decomparsas reivindicativas o alusivas a los problemas de la ciudad: los conservatorios municipales, los artesanos de la plaza de Santa Ana, la solicitud de una línea de Metro para el barrio de Villa Rosa, el referéndum de tráfico... Incluso tuvo que repeler el abordaje de un grupo de piratas que entró a saco en la tribuna.Por la mañana, la plaza Mayor congregó a los participantes en el concurso de chacotas, chirigotas y cuchufletas. Unas 3.000 personas se acercaron a escuchar las coplas, que versaron preferentemente sobre política y el caso Juan Guerra.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.