Pablo Carbonell: "La separación es un chantaje emocional"
El grupo Los Toreros Muertos se ha despedido con tres actuaciones en directo
Después de cinco años juntos, en los que han grabado tres elepés, el grupo Los Toreros Muertos se ha separado. Especialistas en fundir el humor con la música pop, tres conciertos en la madrileña sala Ya'stá! han puesto punto final a una trayectoria brillante, empañada en su recta final por las desavenencias en el seno de un trío comandado por el polifacético Pablo Carbonell.
"Nuestra separación es un chantaje emocional", declaró Carbonell a este periódico, "puesto que utilizamos la técnica. de amenazar con irnos sin marcharnos realmente. Es un tira y afloja con los sentimientos del público, siguiendo las tácticas que con tanta efectividad está utilizando Felipe González". Inquieto, muy hablador, obsesionado con parecer brillante e ingenioso, el cantante de Toreros Muertos ha dado por finalizada esta etapa de su carrera y está trabajando en numerosos proyectos en solitario."He compartido durante cinco años el grupo con otras dos personas, tanto a nivel económico como de imagen", acierta a decir entre broma y broma, en un descanso en la grabación de su nuevo disco, con los éxitos de Los Toreros Muertos cantados totalmente en inglés, que se editará en breve en el mercado anglosajón. "Y la realidad no era ésa, puesto que yo trabajaba mucho más que ellos. Lo cierto es que había que reestructurar el grupo, y la única forma coherente de hacerlo era disolviéndolo, echando a todos a la calle".
Los conciertos de despedida en la sala Ya'stá! se han convertido en auténticas fiestas para los seguidores y amigos del grupo. Carbonell se siente único responsable de la decisión de disolver la banda, y reconoce que Ias decisiones entre los miembros del grupo se encontraban tan deterioradas que hemos tenido problemas incluso con la posible futura utilización del nombre".
"Ahora que Los Toreros Muertos deja de existir, el público va a saber lo que es bueno", termina. "Lo que realmente me enfada es que triunfe gente como Objetivo Birmania, grupos que son una tremenda aberración, una horterada sin nombre. Cuando escucho esta música me dan ganas de dejar este trabajo".
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