Argentina y el Reino Unido anuncian en Madrid el restablecimiento de relaciones diplomáticas plenas
Argentina y el Reino Unido anunciaron ayer el restablecimiento de relaciones diplomáticas plenas tras ocho años de suspensión a raíz de la guerra de las Malvinas, desencadenada cuando el Gobierno del general Leopoldo Galtieri decidió la invasión de las islas reivindicando su soberanía. El conflicto bélico, que ocasionó al menos 1.000 bajas y expuso a la luz pública la descomposición del régimen militar, anuló las relaciones consulares y diplomáticas entre ambos Estados. En agosto de 1989 comenzó la normalización entre los dos países con el restablecimiento de relaciones comerciales.
Los jefes de las delegaciones diplomáticas argentina y británica, el negociador especial Lucio García del Solar y el embajador británico ante las Naciones Unidas, Crispin Tyckell, respectivamente, anunciaron ayer el restablecimiento de relaciones diplomáticas plenas entre ambas naciones "previa notificación a las potencias protectoras" y la próxima reapertura "de las respectivas embajadas" para lo cual "se designarán embajadores mediante el procedimiento establecido por la práctica internacional". La negociación se ha llevado adelante sobre la base de no tocar la cuestión de la soberanía principio que ya rigió las negociaciones de octubre pasado en Madrid.Como parte del acuerdo anunciaron además la eliminación a partir del 31 de marzo de 1990 de la zona de exclusión de 150 millas impuesta por los británicos en forma unilateral tras la guerra de las Malvinas. La existencia de dicha zona era la piedra de toque de cualquier acuerdo.
La zona ha sido sustituida por una banda de unas 100 millas en la cual rige el sistema de advertencia previa con 25 días de antelación para movimientos que entrañen cuatro o más barcos de guerra o cuatro o más aviones de guerra. Las especificaciones incluyen maniobras y determinan la cantidad de hombres cuyo desplazamiento exige la advertencia previa. En caso de naves de guerra en tránsito, aisladas, o en grupo de menos de cuatro, no regirá el principio. La navegación marítima y aérea aislada no deberá recurrir a la advertencia previa, salvo cuando -en el caso de buques- se acerquen a más de 50 millas de las costas de las Malvinas, y a 70 millas en caso de aviones. En dichos casos para sobrepasar el límite impuesto será necesaria una advertencia previa de 48 horas. El límite de 50 y 70 millas marca de hecho la diferencia entre la antigua zona de exclusión y la nueva área de acceso restringido. Con lo cual la banda de advertencia previa es de ICIO y 80 millas respectivamente. Sin embargo, la gran diferencia es que ahora, con aviso de 48 horas, la zona es transitable.
Clima de confianza mutua
El sistema desarrollado apunta a la creación progresiva de un clima de confianza mutua que permita en el futuro eliminar restricciones de movimientos en la zona, dijo González del Solar.El espinoso escollo -para Argentina- de la zona de exclusión militar fue sorteado definitivamente gracias a este régimen consensuado que incluye la posibilidad de control mutuo y ha cambiado el status jurídico de la zona de conflicto. Sin embargo, como las medidas son bilaterales, los buques y aviones de guerra británicos podrán acercarse -en él caso de desplazamientos aislados- hasta 50 y '70 millas de las costas argentinas, y las maniobras militares británicas se podrán desarrollar también dentro de la zona de advertencia previa, lo que puede herir susceptibilidades políticas en Argentina. Uno de los temas clave sobre el que no se ha podido avanzar en las negociaciones denominadas Madrid 11 es el de la Zona de Administración Pesquera que sigue teniendo 150 millas, es decir la extensión de la vieja zona de seguridad, dejando por lo tanto la concesión de las licencias de pesca en manos de Londres.
El tema es de una gran sensibilidad ya que excluye la posibilidad a Argentina de conceder licencias dentro de esa zona que es un caladero natural de la nación latinoamericana.
Por su parte la primera ministra británica, Margaret Thatcher, no se había pronunciado anoche sobre el acuerdo de Madrid. Los Parlamentos de Argentina y Gran Bretaña deberán ser informados sobre el acuerdo, aunq9e el voto parlamentario no es necesario para su vigencia. Los diplomáticos británicos y argentinos se reunieron informalmente el martes por la noche en una sesión que, además de fijar los mecanismos de la reunión, dejó acotadas las diferencias, los dos días posteriores de negociación se centraron en una fomulación aceptable para las partes de la propuesta británica.
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