Fraga convirtió su toma de posesión como presidente de la Xunta en un acto masivo de adhesión personal

Más de 10.000 personas aclamaron ayer en las calles de Santiago de Compostela al líder del Partido Popular, Manuel Fraga, como nuevo presidente de la Xunta, tras el acto oficial de toma de posesión de su cargo. Los principales dirigentes del PP, entre ellos José María Aznar, acompañaron a Fraga en su recorrido por la capital gallega. donde cientos de enfervorizados seguidores del político conservador se habían concentrado desde primera hora de la mañana.

Los simpatizantes del PP, llegados desde diversos lugares de España, abarrotaron la plaza del Obradoiro y las calles del casco viejo de la ciudad, mientras cerca de 1.500 gaiteiros ponían música a la triunfal entrada de Fraga en el palacio de Raxoi, sede de la Presidencia de la Xunta. En los actos estuvo también presente el líder de la patronal, José María Cuevas.El acto de toma de posesión se celebró a las 12 del mediodía en la sede del Parlamento gallego, donde unas 800 personas siguieron la ceremonia en directo y a través de pantallas de vídeo instaladas en los pasillos. En presencia del ministro para las Administraciones Pública, Joaquín Almunia, y el presidente saliente, Fernando González Laxe, Fraga juró su cargo sin poder contener algunas lágrimas de emoción y se dirigió a todos los gallegos para invitarles a participar en la tarea común "de contribuir a una Galicia mejor". "Sabemos que no lo podríamos conseguir", afirmó, "por la vía del aislamiento, la desafección o la insolidaridad con las demás comunidades autónomas de España y otros pueblos de Europa".

Almunia sólo asistió al acto oficial celebrado en el Parlamento autónomo ya que, según explicó a los periodistas, "mi misión aquí es puramente institucional". Almunia prometió la colaboración con la Xunta y alabó la postura de Fraga, contraria a la autodeterminación.

A la espectacular toma de posesión del nuevo presidente asistieron también representantes de la emigración gallega en Suramérica y Europa, y como invitados todos los vicepresidentes del PP -excepto Marcelino Oreja y Abel Matutes-, y los presidentes de Gobierno de las comunidades autónomas de Cantabria, Castilla-León, Baleares y Canarias

Tras la toma de posesión Fraga se encaminó hasta el palacio de Raxoi, entre el delirio de la multitud y numerosas personas que saludaban su paso desde los balcones. El dirigente conservador fue recibido con constantes gritos de "presidente, presidente" y "vale, Manolo, vale", mientras recibía besos y abrazos de sus seguidores. Después de visitar la Catedral para abrazar la figura del apóstol Santiago, el líder del PP presidió una multitudinaria romería popular, donde se repartieron cientos de kilos de pulpo, empanada, lacón con grelos y chorizo. El almuerzo terminó con una gigantesca queimada de 200 litros de aguardiente preparada por el líder del PP.