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Una inesperada tempestad provoca una treintena de muertos en Francia y Alemania

El repentino vendaval que asoló París en la tarde del pasado sábado colocó a la ciudad al borde del estado de crisis. La corriente eléctrica se interrumpió en varias ocasiones; las cadenas de televisión sufrieron repetidos cortes en sus emisiones; cayeron numerosos árboles, antenas, señales de tráfico, vallas de publicidad y hasta algunos tejados, y los bomberos tuvieron que efectuar cientos de misiones de socorro.

Durante unas horas la música de las vacías calles de París fue la de las sirenas y los vientos huracanados.Un balance efectuado en la tarde de ayer cifraba en 23 el número de muertos causados en toda Francia por la tempestad, la más violenta y mortífera sufrida por este país en, los últimos 20 años. La mayoría de las muertes se produjo por la caída de objetos sobre las víctimas o por accidentes de circulación. Los vientos, informaron los meteorólogos, llegaron a alcanzar velocidades de 180 kilómetros por hora y se ensañaron particularmente en las regiones, septentrionales y occidentales de Francla, incluida la capital. La llegada de la tempestad no había sido anunciada previamente por los servicios competentes, y ayer ya surgieron la primeras críticas a la falta de previsión de las autoridades.

Críticas a la Administración

Una organización llamada SOS Environnement acusó a los poderes públicos de ser parcialmente responsables del elevado número de víctimas mortales del vendaval.Ese movimiento calificó de "escandaloso" el hecho de que ninguna consigna de seguridad hubiera sido dada a los habitantes de las regiones afectadas.

En la noche del sábado al domingo, la tempestad se desplazó hacia las regiones meridionales de la República Federal de Alemania, donde en la tarde de ayer se registraban ya seis muertos y 50 heridos en las zonas de Renania-Palatinado, Sarre, Hesse y Baviera.

Mientras tanto, unos 160.000 hogares permanecían aún en Francia sin electricidad.

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En la República Federal de Alemania, los vientos huracanados arrancaron de cuajo centenares de árboles, provocaron el corte de carreteras, líneas ferroviarias y destrozos importantes en los tendidos eléctricos y en las líneas telefónicas. Las autoridades de los diversos lander alemanes afectados por el paso del vendaval informaron que se cuentan por centenares los edificios que perdieron sus tejados, e innumerables andamiajes de albañilería utilizados en la construcción se volatilizaron.

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