Los ahijados de Rakowski
P. A. Aleksander Kwasniewski, de 36 años de edad, con su relajado comportamiento, no recuerda en nada a los políticos de la vieja escuela comunista. Lo que sí heredó de ellos es su astucia y habilidad a la hora de realizar una empresa política. Gracias a su facilidad de palabra e incuestionable inteligencia se convirtió, hace dos años, en uno de los favoritos de Mieczyslaw Rakowski, quien nombró a este activista de organizaciones juveniles y deportivas jefe del comité político del Consejo de Ministros.
Kwasniewski se permite bromear con los periodistas sobre como convertir la actual sede del comité central del disuelto POUP en un hotel de lujo para turistas extranjeros. "Se le podría llamar Bolchevique, con un gran neón rojo sobre la entrada", dice sin ocultar la sonrisa. "En la cantina, propondría hacer el restaurante McDonald más grande de Europa central", agrega, pidiendo que esta proposición sólo se publique en la prensa occidental, ya que sabe que es en Occidente donde va a divertir su idea, mientras en Polonia alguien podría tomársela en serio.
En dos ocasiones mantuvo debates televisivos con Adam Michnik, uno de los principales líderes intelectuales de la antigua oposición polaca, presentándose como hombre de criterios liberales y abierto. Preguntado por EL PAÍS, dijo que le gustaría colaborar con Michnik, no forzosamente en un partido político, pero sí en un periódico.
Kwasniewski asegura que su partido debería apoyar al Gobierno de Mazowiecki y su programa antiinflacionista, intentando suavizar sus secuelas sociales. A la pregunta sobre las relaciones de la SDRP con el PCUS soviético, declara que serán buenas y en pie de igualdad. "Deseamos éxitos a Gorbachov y creó que él también debería desearnos éxitos ya que estamos demostrando que esta parte de Europa no tienen por qué desembocar en un totalitarismo de derechas".
Al joven Kwasniewski lo controlará desde su cargo de secretario general del partido, Leszek Miller, de 44 años. Miller, miembro del partido comunista desde hace 21 años, empezó su carrera de activista en las juventudes comunistas y, a través de los cargos de inspector y jefe de departamento en el comité central comunista y jefe provincial del POUP, llegó a ser secretario del comité central de este partido en 1988. Últimamente fue calificado por Rakowski como su mano derecha.
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