Más de medio país en dos manos

Tras la escalada a Mondadori, de la que acaba de ser nombrado presidente del consejo de administración, Berlusconi puede controlar hoy el 39,56% de todos los diarios italianos y el 53,17% de todos los semanarios, entre los que figuran L'Espresso, Panorama y Epoca, los cuatro, junto con El Europeo -de Rizzoli-, más importantes desde el punto de vista de la información.Berlusconi controla también el 55% de la publicidad en Italia en el campo de Prensa, radio y televisión, tanto pública como privada.

Y por lo que se refiere a la televisión privada, posee el monopolio prácticamente absoluto, ya que no sólo son de su propiedad los tres canales más importantes a nivel nacional -Canale 5, Retequattro e Italia 1-, sino que controla también Italia 7 y muchos otros pequeños canales locales, al tiempo que gestiona la publicidad y los programas para Lele Capodistria. No existe una sola televisión privada italiana donde no tenga intereses Berlusconi.

Por lo que se refiere a la publicidad, baste pensar que los canales de televisión de Finnivest, la empresa de Berlusconi, han transmitido el pasado año 536.938 anuncios de publicidad y autopublicidad, es decir, el 56,4% de todos los anuncios transmitidos en todas las televisiones del país, incluido el gigante público de la RAI.

Por lo que se refiere a la posición actual de Berlusconi en el AMEF, la financiera que controla Mondadori, ha pasado del 12,76% que tenía hace sólo algunas semanas al 62,48%, gracias al acuerdo logrado con la familia Mondadori-Formenton. Carlo de Beneditti ha pasado de poseer el 51,95% a controlar sólo el 30,48%

Renuncia a un canal

Sin embargo, De Benedetti insiste en que Mondadori debe volver a sus manos porque, aunque controla sólo el 5,52% de las acciones ordinarias, junto con Caracciolo y Scalfari, y Berlusconi el 50,30%, de las acciones extraordinarias controla el 34,96%, y Berlusconi, sólo el 27,11 %. La estratagema de De Benedetti es aprovechar la asamblea extraordinaria, controlada por él, para lanzar una ampliación de capital que le permita después hacer lo mismo con la asamblea ordinaria. Pero Berlusconi y la familia Mondadori-Formenton contestan tal derecho, actualmente en manos de la magistratura, al hombre de Olivetti.

Berlusconi, frente a la posibilidad de que la nueva ley antimonopolios que ahora deberá aprobar el Parlamento le obligase a dejar parte de su imperio, parece ser que estaría dispuesto a renunciar a uno de los canales de televisión privada antes que al diario La Repubblica.