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¡Deme un antibiótico!

Al otro lado de la mampara se escuchan voces disonantes. La puerta se abre bruscamente y una señora con los labios prietos arrastra airosamente a un niño enfermizo, de unos 11 años, cuya mirada pide clemencia. En esto coincide con el médico que ha quedado dentro, en la consulta de urgencias de Pediatría del hospital madrileño Ramón y Cajal. Francisco José Velasco, médico residente de Pediatría, tiene cara de agotamiento y un fuerte trancazo.

Parece que, de nuevo, ha perdido la batalla de intentar convencer a una madre preocupada de que el mejor remedio para la gripe de su hijo es guardar cama, y de que los antibióticos no sirven para nada. "Es inútil", comenta resignado Velasco. "Como en todo, en Pediatría se cumple la regla de oro que dice que cuanto más caro es un fármaco, cuanto más duele o cuanto peor sabe, aumenta proporcionalmente el número de curaciones o, por lo menos, el grado de satisfacción del usuario, en este caso de los responsables del usuario, que son sus papás".

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Para Velasco, en la mayor parte de los casos no es el virus de la gripe el que produce los síntomas: "Suele tratarse de cuadros vinculados a lo que antes se llamaba la patológía del frío, producidos por virus parecidos al de la gripe, pero menos agresivos".Reconfortantes

Es una lucha que miles de médicos afrontan cada día: convencer a los pacientes de que ningún fármaco cura la gripe y de que los antibióticos son antibacterianos y que nada tienen que hacer contra los virus, microorganismos bien distintos y que causan la gripe. Sólo caben los tratamientos sintomáticos, que pueden reconfortar al enfermo mientras su cuerpo lucha contra los microorganismos invasores: antipiréticos y analgésicos -aspirinas y cosas así- para la fiebre y los dolores musculares. Vahos, infusiones, calor y poco más para los síntomas respiratorios.

"Cuando intentas convencerles de que con los remedios de la abuela y sin inyecciones gordas ni fármacos la gripe se va a pasar lo mismo, no se quedan nada convecidos", comenta Velasco. "Según la cara que les ves, sabes que al día siguiente irán a otro centro, a otra consulta o a un médico de pago que, a la enésima vez, harto de verles, les mandará el fármaco que desean".

Otros médicos intervienen en la conversación: "Todavía los hay que dicen que con dos sobres de Clanioxyl [un antibiótico, la amoxicilina] se curan la gripe al instante", comenta jocoso un residente.

"Uy, ese ya no se lleva, porque ya se lo conocen. Ahora te piden Amoxicilina [otro preparado con el mismo compuesto activo] añade otro. "Qué va, el Agerpén [exactamente lo mismo] sí que está de moda", puntualiza un tercero, con un fuerte estornudo.

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