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LA CONVULSIÓN EN EL ESTE

La crisis nacionalista interrumpe el acercamiento de la URSS con Irán y Turquía

La violencia étnica desatada en la República soviética de Azerbaiyán ha interrumpido un proceso de progresivo acercamiento comercial y humano entre la Unión Soviética y los países vecinos Irán y Turquía, cuyos Gobiernos asisten preocupados al levantamiento azerí y a las simpatías que ese movimiento nacionalista ha despertado entre sus propias minorías.Teherán anunció ayer que desea establecer conversaciones con Moscú sobre los problemas registrados en la frontera entre los dos países, informó la agencia oficial iraní Irna.

Mientras tanto, miles de azeríes de Turquía (20.000, según la policía) se manifestaron ayer cerca de los pasos fronterizos con la Armenia soviética con gritos de "Gorbachov asesino" y "Ejército Rojo fuera de Azerbaiyán".

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La sangrienta sublevación registrada en la república del Cáucaso, cuyo aplastamiento por las unidades armadas destacadas por Moscú suscitó una moderada denuncia en Teherán y Ankara, ha abierto, sin embargo, una importante polémica entre musulmanes radicales y moderados, y amenaza con activar los nacionalismos religiosos y étnicos de esos países.

Acuerdo Moscú-Teherán

En este contexto, el presiedente iraní, Akbar Hachemi Rafsanyani, intenta llegar a un acuerdo con su colega soviético, Mijaíl Gorbachov, para evitar que los 18 millones de azeríes de ambas naciones constituyan un Estado independiente, publicó ayer el diario saudí Al Qabas, que cita fuentes occidentales.

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Según este rotativo, Rafsanyani envió recientemente una carta a Gorbachov en la que ofreció su colaboración para evitar la creación del "Gran Azerbaiyán", informa la agencia Efe.

La unión de los siete millones de azeríes de la URSS y los 11 millones de Irán avivaría los deseos secesionistas de otras repúblicas soviéticas y afectaría a las diversas etnias iraníes, que siguen atentamente el desarrollo de los acontecimientos en Azerbaiyán.

Turquía teme además que el nacionalismo armado de Armenia aproveche la confusa situación actual para renovar sus aspiraciones territoriales sobre el este turco.

El Gobierno de Ankara, que mantiene un comercio importante con la URSS, debe cuidar también las protestas de su minoría azerí, que reprocha la excesiva tibieza de sus políticos en la condena del uso de la fuerza militar en el Azerbaiyán soviético.

Un alto funcionario turco acusó a la Armenia soviética de provocar el enfrentamiento entre los azeríes y el gobierno de Moscú al insistir en sus apetencias territoriales.

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