Una plaza con 180. 000 vehículos

Los cerca de 180.000 vehículos que circulaban a diario por la plaza de Cristo Rey antes de que se iniciaran las obras del paso subterráneo tenían que soportar paradas de entre cinco y 15 minutos en los semáforos existentes entre Cea Bermúdez y la entrada de la carretera de La Coruña. Esta alta densidad de circulación suponía, según el Ayuntamiento, una demora para el total de vehículos que transitaban por la zona de 30.000 horas diarias.La pérdida de tiempo y dinero desaparecerá cuando queden abiertos los pasos subterráneos del Arco de la Victoria y de Cristo Rey. Sin embargo, este sistema no puede utilizarse en todas aquellas intersecciones conflictivas de la ciudad. A juicio de los técnicos, la indiscriminada instalación de pasos inferiores no supondrían un considerable alivio del caos circulatorio. "Si se construyeran estos pasos en el paseo de la Castellana, por ejemplo, sería incluso contraproducente", afirma Sebastián de la Rica, director de los servicios municipales de tráfico.

De la Rica argumenta que, dado que los automovilistas siempre buscan el camino más rápido entre dos puntos, muchos se trasladarían al paseo de la Castellana, supuestamente mejorado gracias a los pasos subterráneos. Con ello esta vía recuperaría sus anteriores niveles de congestión. "Hemos hecho simulaciones sobre este supuesto que indican que en el caso de la Castellana se produciría un aumento del tráfico del 20% y se anularían rápidamente las ventajas conseguidas", asegura el director municipal del servicio de tráfico.

De momento, el programa municipal de pasos subterráneos ha sido ralentizado con el fin de no añadir nuevos problemas a la situación caótica del tráfico. Ello no significa que se haya dejado de realizar estudios para determinar qué pasos inferiores serían rentables. Por otra parte, la construcción del anunciado paso subterráneo bajo la plaza de Castilla está pendiente de cómo se resuelva la situación jurídica de los terrenos de la zona.