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CAMBIOS EN EL ESTE

La transfórmación en Europa oriental es imparable, según Adam Michnik

La transformación en Europa oriental es imparable aunque caiga Gorbachov. Ésta es la opinión del periodista y político polaco Adam Miclinik, quien recibió el pasado lunes en París el Premio Europeo del Año 1989, que le había sido otorgado por un jurado formado por miembros de medios de la comunicación.Miclinik fue elegido como símbolo de la lucha desde Polonia y Europa del Este por un continente unido, por el restablecimiento de la democracia y por la recuperación de unos valores de universalidad en la política y en la cultura.

La distinción, que se otorga anualmente y que en 1988 recayó en el ex comisario británico en la Comunidad Europea lord Cockfield, responde a una iniciativa del semanario francés La Vie, y en su jurado se encuentran, entre otros, EL PAIS, Radio-Tele Luxemburgo, el diario francés Les Derniéres Nouvelles d'Alsace, el belga Standaart, el semanario italiano Famiglia Cristiana y el grupo editorial griego Grami.

En el acto de entrega del premio, al que asistió Catherine Lalumiére, secretaria general del Consejo de Europa, el galardonado, director del diario de Solidaridad Gazeta Wyborcza, celebró una conferencia de prensa.

Adam Michnik se mostró sumamente optimista acerca de la irreversibilidad del cambio democrático que se está produciendo en Europa oriental y muy concretamente en su país.

A la pregunta de si una desintegración del imperio soviético que acarreara la caída de Mijail Gorbachov podría dar marcha atrás a la reforma en el Este, respondió que el eventual sucesor del líder soviético no estaría en condiciones de reimponer la autoridad de Moscú sobre sus marcas occidentales.

El periodista polaco, que es también uno de los líderes del movimiento Solidaridad, hoy mayoritariamente representado en el Gobierno que dirige el católico Tadeusz Mazowiecki, hizo un notable elogio de la persona del presidente, Wojciech JaruzeIski, a quien calificó de patriota polaco, y dijo que había sido fundamental para imponer la aceptación de las reformas democráticas por el partido comunista de su país.

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