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Una mancha negra amenaza al archipiélago de Madeira

Una mancha de petróleo de 15 kilómetros de largo fue detectada el lunes a escasos kilómetros de la isla de Porto Santo, en el archipiélago portugués de Madeira. La mancha negra invadió la parte norte y este de la isla, y puede provocar una catástrofe ecológica de consecuencias incalculables si los vientos siguen empujando la nafta hacia las islas desiertas que integran una reserva natural, donde reside la última colonia de lobos marinos del hemisferio norte.Cuando la marea negra fue divisada era demasiado tarde para intentar impedir que llegue hasta la costa. Las autoridades regionales de Madeira afirman no disponer de medios para luchar contra esta marca negra, y la única alternativa que les queda es "empujar hacia la tierra la mayor cantidad de crudo posible para recogerlo en bidones".

Las primeras informaciones sobre el hecho atribuían la contaminación al derrame provocado el pasado 2 de enero por el accidente del superpetrolero español Aragón, pero los responsables del comando naval de Madeira rechazan esta hipótesis, basándose en que si se tratara de vertidos del Aragón presentarían un aspecto amarillento y con mucha espuma por ser muy reciente.

Sin embargo, esta mancha es muy oscura, casi negra, señal de que procede de algún vertido producido hace más tiempo. La empresa propietaria del Aragón, Fletamentos Marítimos, SA, se negó a ofrecer versión alguna sobre el hecho al ser requerida ayer por EL PAÍS.

Existe también otra posibilidad: que se trate de una parte del crudo derramado por el petrolero iraní Khark 5, que atravesó las aguas jurisdiccionales de Madeira en las proximidades de las islas desiertas, dejando atrás una larga estela de crudo que, según los especialistas, sería empujada hacia alta mar por las corrientes marítimas y los vientos, sin que suponga ningún peligro para el archipiélago.

Las autoridades marítimas no tienen noticia de que se haya producido ningún otro accidente en la zona, y muestran su extrañeza de que la marea negra haya surgido de repente, sin haber sido detectada previamente por ninguno de los barcos que circulan en la zona. Los servicios de protección civil de Madeira están movilizados para tratar de impedir que la nafta invada la costa sur de Porto Santo, donde están situados el puerto y una playa de nueve kilómetros de longitud, que es la principal atracción turística de la isla. La contaminación de la costa sur plantearía también gravísimos problemas para el suministro de agua potable a los 15.000 habitantes de la isla de Porto Santo, que se hace a partir de la desalinización del agua de mar.

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