Propuesta para la mediación de la ONU en Camboya
Los viceministros de Exteriores de EE UU, URSS, Francia, Reino Unido y China, reunidos durante dos días en París, acordaron ayer otorgar a la ONU un papel preponderante en la solución del conflicto camboyano. La reunión de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad probó que las grandes potencias están más dispuestas a implicarse en la búsqueda de una salida al rompecabezas camboyano que el pasado verano, cuando fracasó una conferencia internacional celebrada en París.
Los cinco grandes han descartado un Gobierno de transición que reúna a las cuatro principales facciones: el Gobierno provietnamita de Phonm Penh, las guerrillas de los jemeres rojos, los partidarios del príncipe Norodon sihanuk y los nacionalistas de Son Sann.China, principal apoyo de los jemeres rojos y partidaria de la fórmula de Gobierno de coalición, se ha mostrado en París más flexible que lo esperado. La actitud de China se explica por su voluntad de reconciliarse con Vietnam a la vista de la hecatombe de los partidos comunistas de Europa del Este y por la necesidad de romper su aislamiento internacional.
En París, según fuentes diplomáticas francesas, todos los participantes dieron su consentimiento a que la ONU discuta en breve un llamamiento al alto el fuego y participe en la comprobación de la total retirada vietnamita y del cese de la entrega de armas a las facciones camboyanas.
China sostiene militarmente a los jemeres rojos y a los partidarios de Sihanuk; la URSS, al Gobierno de Phonm Penh, y EE UU, a los combatientes de Sihanuk y de Son Sann.
El encuentro de París ha despejado parcialmente el camino al plan australiano, que prevé colocar el país bajo administración de la ONU hasta las elecciones.
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