El monóxido de carbono fue el único agente mortal en la discoteca de Zaragoza
La intoxicación por monóxido de carbono, causa común de la mayoría de las muertes que se producen en cualquier incendio, lo fue también en el siniestro de la discoteca Flying, de Zaragoza, en cuyos locales perecieron 43 personas la madrugada del pasado domingo. Cualquier otra posibilidad, incluida la primera hipótesis que señalaba al ácido cianhídrico como agente principal de la tragedia, ha quedado absolutamente descartada tras los análisis efectuados por el Laboratorio de Medicina Legal y Toxicología de la universidad de Zaragoza a instancias del Instituto Anatómico Forense.
El juez que instruye el sumario, Javier Seoane, ha optado finalmente por aceptar esta versión y ha rectificado unas declaraciones en las que ponía en duda la capacidad técnica del laboratorio de la universidad. De hecho, y a pesar de algunas informaciones contradictorias en este sentido, ayer las muestras de sangre recogidas por los forenses no habían sido enviadas todavía al Instituto Nacional de Toxicología para su comprobación. El juez había anunciado que adoptaría esta medida si el curso de la investigación lo hacía necesario.El informe forense que obra en poder del juez señala que la sangre de las víctimas presentaba un coeficiente de intoxicación por monóxido de carbono (CO) de entre el 50% y el 80%, según los casos. En opinión de la doctora María Castellano, titular de la cátedra de Medicina Legal y responsable de los análisis, "estos datos son suficientes para explicar la muerte". Por el contrario, las pruebas efectuadas para determinar la presencia de ácido cianhídrico en dosis tóxicas han dado resultado negativo.
Sólo en caso de haber dado positivo el informe se hubiera necesitado un análisis más profundo -y por tanto, de mayor complejidad técnica- para averiguar la cantidad exacta absorbida por la sangre. En todo incendio se generan habitualmente ácido cianhídrico y otras sustancias, como compuestos de azufre, pero en cantidades generalmente insignificantes.
El monóxido de carbono se produce a causa de la combustión incompleta de materia orgánica. Es un gas sin color ni olor que lo identifique, por lo que las víctimas de la discoteca Flying pudieron estarlo respirando durante varios minutos sin percatarse de ello, y aun antes de que se advirtiera la presencia de humo y fuego.
En determinadas concentraciones, el monóxido de carbono puede causar la muerte en pocos minutos o de forma fulminante, equiparando su capacidad mortífera a la del ácido cianhídrico. La ingestión de alcohol agrava el peligro de intoxicación.
Dosis de CO del 60% suponen la muerte en pocos minutos, y en niveles del 80%, el fallecimiento se produce de forma fulminante. La acción del gas sobre la hemoglobina de la sangre da una coloración rosada al cadáver, síntoma que comparte con el ácido cianhídrico y que ha contribuido a la confusión. La doctora Castellano opina que las hipótesis aventuradas en las primeras horas son erróneas y debidas a la sorpresa causada por la rápida muerte de las personas que estaban en la discoteca.
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