Una manifestación ecologista llega por primera vez a las puertas de Lemóniz

Varios miles de personas, jóvenes en su mayoría, participaron ayer en una marcha desde Plencia (Vizcaya) hasta la paralizada central nuclear de Lemóniz para exigir la demolición de sus instalaciones. La manifestación había sido autorizada por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco después de una resolución administrativa contraria del Gobierno Civil. Por primera vez, los participantes en este acto anual pudieron llegar a las puertas del recinto de seguridad, custodiado por la Guardia Civil.La manifestación había sido convocada por la Comisión para una Costa Vasca No Nuclear, la Coordinadora Ecologista de Vizcaya y las organizaciones EKI y Eguzki, y había recibido el apoyo de organismos ecologistas españoles y extranjeros. Los organizadores consideran posible la entrada en funcionamiento de la central en el futuro, al encontrarse intacto el reactor uno. El procedimiento sería la revisión del Plan Energético Nacional, que en 1984 paralizó la terminación de la última fase de construcción de la central en un clima de protesta popular y bajo la amenaza de ETA.

La marcha discurrió desde el mediodía hasta casi las tres de la tarde bajo vigilancia de la Guardia Civil y sin incidentes, aunque en algunos momentos se corearon vivas a ETA.