"Entrega espontánea", según el Vaticano

Una sensación general de alivio se percibía ayer en el Vaticano tras la resolución de la crisis panameña. La Santa Sede ha insistido en que el general Manuel Antonio Noriega "se entregó voluntariamente" a Estados Unidos y puso fin así al refugio temporal a que se había acogido en la nunciatura en Panamá."El mismo Noriega ha declarado haber querido dejar espontáneamente la sede de la representación pontificia en Panamá tras haber considerado, con alguno de sus colaboradores, igualmente refugiados en la nunciatura, y con monseñor Laboa, los diversos aspectos de su situación", reza el comunicado leído por el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro.

Noriega escribió una carta al Papa en la que agracecía "al Vaticano y, sobre todo, al nuncio la forma como se llevó el asunto".

Ante la difícil situación en que el ex hombre fuerte había colocado a la Santa Sede, ésta envió a Panamá a Giacinto Berlocco, uno de los más próximos colaboradores del cardenal Agostino Casaroli, secretario de Estado. Fuentes diplomáticas calificaron de "arduas" las negociaciones de la nunciatura con EE UU y el nuevo Gobierno panameño.

En Moscú, el portavoz de Exteriores, Guenadi Guerasimov, afirmó que la causa contra Noriega ante un tribunal de Miami "es ilegal", entre otras razones, por el modo en que se produjo su apresamiento. Guerasimov hizo una nueva crítica a la invasión: "Desde el principio la invasión fue ilegal. ¿Cuántos panameños inocentes mataron las balas estadounidenses...? ¿Quien será llevado a juicio en Miami o Washington por la muerte de inocentes?".