El Ayuntamiento pagará los 25 millones que costará restaurar los murales de San Antonio de la Florida
El Ayuntamiento de Madrid aportará los 15 millones de pesetas que costará la restauración de las pinturas murales de San Antonio de la Florida, realizadas por Francisco de Goya en 1798. El presupuesto ha sido elaborado después de que el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales haya estudiado el estado de conservación de las pinturas, que ocupan 177,7 metros cuadrados y que sufren grietas estructurales, desprendimientos de pintura, varias oquedades y diversos desconchones.
El informe sobre el estado de las pinturas murales ha sido realizado por Juan Ruiz Pardo, restaurador del área de Pintura en el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes y ratificado en todos sus extremos por el académico de Bellas Artes de San Fernando, José Manuel Pita Andrade. Para su realización fue utilizado el andamiaje colocado durante las obras de restauración del edificio, en las que el Ayuntamiento invirtió 40 millones de pesetas.A lo largo de siete meses, una docena de técnicos del Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales realizó una investigación histórica, buscó documentación fotográfica, realizó tomas de muestras para identificación de materias empleadas y realizó ensayos reflectográficos y de termografía.
El resultado de todos estos análisis es que existen algunas grietas estructurales que están muy abiertas, con un riesgo muy acusado de caída de tramos de mortero con película pictórica.
Asimismo, se han producido desprendimientos de pintura causados por antiguas filtraciones de agua y desconchones en la película pictórica y de mortero por impacto del montaje de andamios. También se han encontrado diversas oquedades, sin contar con arrastres de colores por roces, repintes sobre pequeñas zonas, suciedades, acumulaciones de sales y erosión superficial de la película causada por antiguas limpiezas.
En el lado izquierdo de la bóveda más cercana a la puerta de entrada de la ermita se encuentra una zona de casi seis metros cuadrados que, según parece, en 1940 fue arrancada, cortada en nueve fragmentos y pegada posteriormente. La operación se produjo durante una de las restauraciones de las pinturas y debió producirse al estar la pintura dañada por humedades o impactos recibidos durante la guerra civil.
Ante ello se propuso un plan de restauración y limpieza que, según los cálculos realizados, supondrá un desembolso de 25 millones de pesetas. En esta cantidad se incluyen las cantidades a pagar a los cuatro técnicos restauradores que participarán en el trabajo (150.000 pesetas mensuales para cada uno), el coste de materiales (1.500.000), el alquiler de los andamios (1.300.000 pesetas mensuales) y los imprevistos (700.000 pesetas).
Doce meses de trabajo
El pasado día 18, el Ayuntamiento de Madrid aceptó correr Con todos los gastos derivados de esta restauración, por lo que los trabajos se iniciarán inmediatamente. En ellas participarán cuatro técnicos, al ser éste el número máximo de personas que puede trabajar simultáneamente, dirigidos por Juan Ruiz, autor del informe sobre el estado de las pinturas, y bajo la supervisión de Alfredo Morales, subdirector del Instituto de Restauración.
El responsable del área de Cultura, el centrista Joaquín Álvarez de Toledo, manifestó que confía en que pueda reducirse el plazo de 12 meses calculado como duración de las obras con el fin de que para finales de 1990 pueda abrirse el edificio al público.
Para ello las pinturas murales serán limpiadas, se prestará una atención especial a los soportes de la pintura, se fijarán los perfiles de las grietas, se levantarán los repintes sin dañar la obra original y se valorará adecuadamente el trazo de una pintura que fue hecha para ser observada a distancia.
Pintar un milagro
Las pinturas murales efectuadas por Goya narran el milagro realizado por san Antonio de Padua en Lisboa. El pintor aragonés representó en la cúpula central el momento en que san Antonio, ante la acusación de asesinato contra su padre, hace revivir milagrosamente al fallecido para que declare quién es realmente su asesino. Ángeles adultos, arcángeles orantes y niños entre cortinas completan las figuras pintadas en paredes y techo.Goya realizó las pinturas murales siguiendo una técnica mixta de fresco y temple. Según parece, el artista colocó sobre la pared a decorar un primer revoco de cal y arena sobre el que extendió mortero, también de cal y arena, de un centímetro de grueso. Cuando la masa aún estaba blanda, el artista sujetaba sobre ella los papeles en los que previamente había dibujado los motivos que quería plasmar en tamaño natural. A continuación pasaba un estilete sobre las líneas del dibujo hecho en el papel y éstas quedaban marcadas en la capa de mortero, que a continuación era pintada. Algunas zonas fueron, sin embargo, pintadas por Goya al temple con el mortero ya seco.
Para pintar, el artista no utilizó, según parece, esponjas, sino brochas, pues se han encontrado pelos incrustados en la película pictórica.
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