Gorbachov jura que mantendrá la unidad de la URSS

El máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, se negó ayer a reconocer la decisión de los comunistas lituanos de romper con Moscú y juró mantener unidos tanto el partido comunista como la Unión Soviética. "Si cruzamos esta línea, podemos decir que estamos deliberadamente rompiendo la Unión Soviética. Y el actual partido y liderazgo no permitirán que la unidad se rompa", dijo Gorbachov. Estas declaraciones fueron transmitidas ayer por la agencia oficial Tass, mientras el Comité Central del PCUS comenzaba su segunda día de reuniones para discutir la eventual y sin precedente ruptura en su seno.

En un duro y tajante discurso el lunes, Gorbachov dijo que incluso el programa reformista de la perestroika tenía sus límites y uno de ellos era la puesta en duda de la estructura única del Partido Comunista. En lo que a Gorbachov se refiere, la ruptura con Moscú, votada la pasada semana por el partido comunista lituano, no se había producido.

Decisión "ilegal"

La decisión lituana, dijo Gorbachov, fue "ilegal" porque los delegados en el Congreso, celebrado en Vilnius, la capital de la república báltica, no contaba con un mandato para restablecerse a sí mismo como un partido comunista separado. Gorbachov no propuso ninguna medida disciplinaria, tal como la expulsión de aquellos comunistas lituanos que se han mantenido al margen de lo que se considera una línea oficial. Pero sí sugirió el Parlamento podría considerar la prohibición de movimientos separatistas que "avivan la tensión nacionalista", una aparente referencia al movimiento de masas Sajudis, que proclama una Lituania independiente.El máximo dirigente soviético dejó claro que otros comunistas se habían mostrado a favor de castigar a Vilnius, añadiendo que los lituanos habían amenazado la reforma por tomar ese tipo de reacciones. No está claro qué puede hacer el Comité Central para obligar a los lituanos a dar marcha atrás en su decisión, tomada por cinco a uno, de formar un partido independiente.

Gorbachov dijo que temía que la decisión lituana fuera el primer paso para una gradual desintegración de un partido comunista único que mantiene unido el enorme estado multinacional soviético. Si eso sucediera, añadió, sería una amenaza no sólo para su programa reformista, sino también a la paz mundial. "Nadie puede estar interesado en la desintegración de este sistema que está reñido con la desestabilización de la situación política en Europa y en el mundo".

Gorbachov dijo también que había una situación de auténtico peligro de "conflicto civil" en Lituania entre los nacionalistas por la actitud del partido comunista. Los lituanos representan alrededor del 80% de la población de la república báltica.

El máximo dirigente soviético acusó a Algirdas Brazauskas -designado para presidir el partido lituano- de hacer "interminables concesiones" al movimiento nacionalista Sajudis, al tiempo que descuidaban al partido. Este año, únicamente 824 personas se han unido al partido, cinco veces menos que en 1988.

Mientras en Moscú se censuraba con dureza las decisiones de los comunistas lituanos, en Vilnius, capital de Lituania, se convocaba para ayer tarde un mitin masivo de apoyo a la decisión del Partido Comunista y las oficinas de correos están atestadas de gente que enviaba telegramas al PCUS en favor de la independencia.