Juan Bosch: "Los 'marines' no dejaron nada positivo en la República Dominicana"
El ex presidente dominicano considera injustificable la intervención norteamericana contra Noriega
La intervención en los marines en la República Dominicana en 1965 "no ha tenido el menor efecto positivo y beneficioso para el país" ha declarado a este periódico Juan Bosch, expresidente de dicho Estado caribeño al referirse a la invasión norteamericana en Panamá, desencadenada el pasado miércoles. Bosch, candidato a la presidencia por el Partido de la Liberación Dominicano con buenas posibilidades de vencer en las elecciones del próximo mes de mayo, finalizó ayer una visita e España en el curso de la cual mantuvo, el miércoles, un encuentro con el presidente del Gobierno español, y con varios ministros del Gobierno.Juan Bosch fue elegido presidente de la República Dominicana en 1963 y derrocado pocos meses después por un golpe militar. Cuando otro movimiento castrense trataba de restaurar la normalidad constitucional y restituir a Bosch al frente del Estado, la Administración noretamericana que presidía entonces Lyndon Johnson envió a la República Dominicana 40.000 marines que lo impidieron con la excusa de una presunta amenaza de que se instalase en el país un régimen comunista.
Escritor autodidacta de 80 años, ha participado durante su estancia en la capital española, al margen de sus conversaciones políticas, en dos encuentros sobre su obra literaria -ha publicado más de 40 obras- celebrados en la Universidad Complutense y en el Ateneo de Madrid. Bosch figuró entre los candidatos para el Premio Cervantes, el Nobel de las letras españolas.
El mismo día que se produjo la invasión norteamericana de Panamá mantuvo un encuentro en Madrid con Felipe González. El conflito del istmo centroamericano fue uno de los temas de la conversación: "El presidente y yo comentamos el tema y me recordó que había expresado al prtesidente norteamericano George Bush en octubre su opinión de que el problema debía ser rersuelto por la vía politica".
Vía política, no militar
Pregunta. ¿Comparte esa opinión?
Respuesta. La solución de los problemas que se presentan entre Estados Unidos e Iberoamérica no deben solucionarse con la vía armada, con el recurso de la guerra, sino mediante acuerdos en el terreno político.
P. EE UU afirma que su objetivo es restablecer la legalidad democrática en Panamá...
R. Tenemos la experiencia de lo que sucedió en la República Dominicana cuando en 1965 Johnson dispuso que mi país fuera ocupado por las tropas norteamericanas. Esa ocupación militar no ha tenido todavía hoy, 24 años después, el menor aspecto positivo y beneficioso para la República Dominicana. En 1965 intervinieron para impedir el regreso de un Gobierno democrático que elaboró la Constitución más democrática que jamás ha conocido mi país. Sólo sirvió [la invasión] para reforzar la posición de los militares que dieron el golpe de 1963 contra un régimen democrático.
P. Endara, considerado vencedor de las elecciones panameñas anuladas en mayo, ha sido alzado a la jefatura del estado...
R. Esa es una función que no compete al Ejército de EE UU.
P. Las encuestas le conceden grandes posibilidades de ganar las elecciones. Los observadores apuntan que ello se debe a la división existente en las formaciones rivales.
R. La principal causa [del aumento de sus posibilidades electorales] hay que buscarla en la política del actual Gobierno, que ha creado una brutal inflación. Actualmente hay una enorme crisis energética que afecta a todo el país. Hay días en que el fluido eléctrico falta durante más de 20 horas.
P. ¿Puede repetirse la historia de los años sesenta en la República Dominicana?
R. ¿Cómo se puede imaginar que en la República Dominicana había peligro de comunismo? Sin embargo, Johnson en 1965 envió más de 40.000 marines. Los hechos, no yo, han demostrado que la política que siguió Johnson era cualquier cosa menos política.
P. ¿Sigue usted manteniendo hoy su falta de fe en la democracia parlamentaria?
R. Sí, ¡cómo no! Y la prueba es lo que está pasando en la República Dominicana. ¿Por qué se está dando esa situación en mi país? Porque como no hay desarrollo económico tampoco lo hay político. Y a causa del escaso desarrollo político, los Gobiernos adoptan tácticas auténticamente erradas. Y algo peor, inmorales. Y ahí está el caso de un ex presidente de la República, Jorge Blanco, que está siendo juzgado por los tribunales de justicia dominicanos. Hemos visto lo que ocurrió en su día en Chile, Brasil, Argentina o Uruguay, la Suiza de América, a donde también llegó la dictadura.
P. Usted se define marxista...
R. Pero no comunista. Me he definido siempre marxista, pero no soy leninista y por tanto no comunista. El Partido Comunista Dominicano, que no ha dejado de atacarme durante años, ha llegado a llamarme fascista.
[En este punto, sus colaboradores comparan la situación de Bosch con el curso del PSOE, que reconoce el marxismo como método de trabajo. "Así lo recogen en sus estatutos, cosa que no hace el Partido de Liberación Dominicano", añaden.]
P. A la luz de los acontecimientos en los países del Este, ¿puede hablarse de un entierro del marxismo, del socialismo?.
R. En esos países ha habido un levantamiento del pueblo contra la dictadura del proletariado. La dictadura del proletariado se estableció en Rusia para ejercerla contra la burguesía rusa. Y resulta que esa burguesía desapareció, pero la dictadura del proletariado continuó y pasó a ser una dictadura contra el pueblo soviético. Esto se explicó a los demás países del Este que se llamaban a sí mismos comunistas. Hasta que Gorbachov aplicó la perestroika.
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