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HACIA UNA NUEVA EUROPA

Mitterrand advierte sobre el peligro de la modificación de las fronteras en Europa

JOSÉ M. MARTÍ FONT ENVIADO ESPECIAL, El presidente francés, François Mitterrand, intentó ayer contrarrestar los efectos que en el actual liderazgo de la República Democrática Alemana (RDA) ha dejado la visita del canciller federal, Helmut Kohl, a Dresde y la ola sentimental en pro de la reunificación que se ha desatado en las últimas semanas en toda Alemania. "El pueblo alemán ha sido arrebatado por la emoción a ambos lados del Elba", dijo, para advertir después dell peligro que entraña trastocar las fronteras surgidas de la Segunda Guerra Mundial.

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François Mitterrand se entrevistó en la RDA con los tres hombres fuertes del país, el primer ministro Hans Modrow, el jefe del estado en funciones Manfred Gerlach y el presidente del partido comunista (SED-PSD) Gregor Gysi. Modrow, fue parco tras almorzar con el presidente francés."Estamos de acuerdo en que el centro del problema en este momento es la mutua responsabilidad de las dos Alemanias para mantener el equilibrio que asegura la paz en Europa", dijo Modrow al añadir que Europa espera que los dos Estados Alemanes comprendan y actúen en función de esta responsabilidad.

Agradecimiento a Mitterrand

Gysi, cuyo partido sigue siendo aún el único realmente organizado, pese a la profunda crisis interna y las pobres perspectivas que se le auguran en las próximas elecciones, no tuvo reparos en admitir el apoyo que ha significado la visita de Mitterrand.

"Su presencia aquí y ahora nos ha ayudado, y espero que aún nos ayude más" dijo el joven abogado que dirige el SED-PDS en unas declaraciones a la agencia Reuters. "Quisiera europeizar nuestro pueblo", añadió Gysi, "hacer que deseen visitar París y Londres, y no solo Düsseldorf y Francfort". Poco podía hacer Mitterrand, sin embargo, para competir en el terreno de la verdad, el de la ayuda económica. Tal vez por eso, no tuvo reparos en calificar la comunidad contractual sellada entre Kohl y Modrow en Dresde el martes pasado, y que prevé una monumental ayuda económica, de "pragmática", y ofrecer acelerar la constitución del ya conocido proyecto de Banco Europeo para a Reconstrucción.

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El recibimiento tributado al presidente francés, el, primer mandatario de una de las tres potencias occidentales vencedoras en la Segunda Guerra Mundial que visita la RDA fue, a nivel oficial, exquisito. Ya en aereopuerto le esperaban Gerlach y Modrow y una guardia de gala le rindió honores marcando el paso de la oca.

Sin embargo, el contraste con' la avalancha de emociones que desató Kohl en Dresde, ponía en evidencia como, pese a haber sido el primero en decidir visitar Berlín Este aprovechando una invitación de Erich Honecker refrendada después por su breve sucesor Egon Krenz, ha acabado siendo el cuarto de una lista iniciada primero por el canciller austríaco Franz Vrantizki, el secretario de estado norteamericano James Baker y el propio Kohl.

Mientras, en Bonn, Kohl se dirigió al Bundesrat (Cámara Alta) y defendió su plan para la reunificación asegurando que los alemanes se están acercando entre ellos "en el espíritu de la libertad", por lo que este pueblo no representa ninguna amenaza para nadie, sino, al contrario, "un beneficio para Europa que también está uniéndose cada vez más".

Mientras, en la RDA el proceso revolucionario sigue su curso. La televisión, que ha decidido ya admitir publicidad de empresas occidentales, al igual que ya lo han empezado a hacer algunosperiódicos, ofreció ayer unas pa téticas imágenes de la esposa del defenestrado Erich Honecker haciendo su autocrítica ante la comisión que investiga los casos de corrupción y los miembros de la Prensa. Pálida y balbuceando, Margot Honecker, que fuera ministra de Educación, reconoció que había obligado a dos estudiantes a repetir el curso porque en una charla le habían preguntado por la utilidad de los desfiles militares.

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