El Gobierno no fijará la previsión de inflación mientras no haya acuerdo salarial

El Gobierno no fijará ninguna previsión de inflación para 1990 mientras no se produzcan los acuerdos sobre el crecimiento salarial del próxinlo año, aseguró ayer el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, ante el Pleno del Congreso. El propósito del Ejecuitivo, según informa Efe, es que la tasa de inflación del próximo año sea inferior al de este ejercicio.

Solchaga reiteró que "en tanto no existan acuerdos bipartitos o tripartitos que comprometan el crecimiento de los salarios notiene sentido en política antiinflacionista fijar un objetivo cuantitativo". El ministro de Economía puntualizó después que "tiene sentido plantearse un objetivo concreto de inflación, y está obligado el Gobierno a hacerlo, cuando está solicitando de quienes conciertan sus condiciories de trabajo cierto sacrificio para reducir la inflación", para añadir después que ésta no es la situación actual porque, "haya o no diálogo social, los salarios se van a fijar de manera libre por las partes y sin ningún compromiso en la lucha contra la inflación".

Prórroga presupuestaria

Por otra parte, el Gobierno ha dedicido aplazar la aprobación de la prórroga de los Presupuestos hasta el próximo día 29. La aprobación del decreto ley de prórroga estuvo inicialmente previsto para el pasado viernes, pero se pospuso para que la Comisión de Subsecretarios tuviera tiempo suficiente para estudiar el texto, en el que aún no se han introducido las actualizaciones monetarias concretas tanto en la tarifa y deducciones del impuesto sobre la renta como el aumento, a cuenta, de los sueldos de los funcionarios y las pensiones.El motivo que se destaca para este nuevo aplazamiento es el de ampliar el plazo que tendrá el Congreso para estudiar y convalidar este texto legal, y que concluirá el próximo 29 de enero.

Un segundo motivo que puede justificar el aplazamiento es el de incluir las propuestas que discutirán hoy los sindicatos mayoritarios con el presidente del Gobierno. El porcentaje de subida a cuenta que finalmente se apruebe para las retribuciones podría ser igual al que se utilice para actualizar la tarifa y, las deducciones del IRPF, aunque inicialmente se había pensado en dos tasas diferentes: la actualización en el IRPF según la inflación pasada y la subida a cuenta de las retribuciones según la previsión para 1990, que, según Solchaga, no se va a fijar de momento.