España vota en contra del reparto de cuotas pesqueras aprobado por los ministros de la CE

FÉLIX MONTEIRA El Consejo de Ministros de Pesca de la Comunidad Europea aprobó ayer por mayoría las cuotas de pesca para la próxima campaña. España votó en contra de un reparto que representa una radical reducción en las capturas de bacalao en las costas canadienses y en las islas noruegas Svaalbaard caladeros externos a la CE.

Para España, los nuevos totales de capturas admisibles representan un mantenimiento de los niveles vigentes este año, con la excepción del 3% de aumento en merluza y rape y del 5% de incremento en cigalas. Sin embargo, estos porcentajes de subida no compensan las últimas reducciones y obligan a los armadores españoles a capturas inferiores a las que disponían hace dos años. La propuesta aprobada coincide con los límites sugeridos por la Comisión Europea el pasado miércoles (véase EL PAÍS del pasado día 12).Esta política de reducción obedece a la política de la Comisión -cuyo responsable en materia de pesca es el español Manuel Marín- de proteger los bancos y llevar a cabo una mejor gestión de unos recursos pesqueros cada vez más escasos.

La única coincidencia se produjo en el caso de la anchoa, cuyas capturas se reducirán a la mitad. En este caso, los intereses españoles, que gozan de una cuota del 90% en el golfo de Vizcaya, son favorables al recorte, con lo que de paso se rebaja la cuota francesa. En esta zona, España pasará de poder pescar 28.800 toneladas a sólo 11.070, mientras que en el área de Azores, Portugal y Marruecos, la cantidad pasará de 2.870 a 4.300 toneladas.

El secretario general de Pesca, José Loira, se hizo eco de la inquietud española ante la falta de caladeros exteriores que compensen estas pérdidas. "El Gobierno", dijo, "ha insistido siempre en participar en el reparto de nuevas concesiones", aunque ha chocado muchas veces con el rechazo de otros países comunitarios, como ocurrió el año pasado con el cupo adicional que ofreció Groenlandia. También a instado a la negociación con Namibia para asegurar la presencia de los congeladores españoles, una vez que el actual tratado va a ser denunciado por el Gobierno del nuevo país cuando logre la independencia.

Aparte de las cuotas, el Consejo aprobó un reglamento que prevé ayudas comunitarias para explotaciones acuícolas y transformación y comercialización de productos. Encomendó también a la Comisión que intente concluir un acuerdo de pesca con la Unión Soviética.