Scaparro define el don Quijote que montará para la Expo como "gran campeón de la utopía"
Alfonso Riera, responsable de las actividades culturales de la muestra, evita cifrarlas económicamente
Maurizio Scaparro, director aritístico del Teatro de Roma, habló ayer en Madrid sobre el acuerdo al que ha llegado con la organización de la Exposición Universal de Sevilla como asesor del programa teatral y director de al menos dos preducciones, una teatral y otra cinematográfica, en 1992. La primera será una versión del El Quijote -obra que llevó a los escenarios en 1983- con actores españoles, El personaje será presentado como "un hombre modernísimo, gran campeón de la utopía", según Scaparro.
Alfonso Riera, director de la División de Actividades Culturales de la Expo-92, no dio ninguna cifra, ni siquiera aproximada, sobre los presupuestos a priori", y que la programación se estructura sobre la idea de posibles grandes patrocinios empresariales. No quiso hablar de las cláusulas económicas de los cantratos de asesores como Plácido Domingo en la lírica y ahora Scaparro en teatro, y, afirmó que la cifra "en el fondo es una anécdota". Añadió: "Nunca les podremos pagar por todo lo que pueden ofrecernos".Para Nuria Espert el nombramiento de Scaparro como asesor es "muy oportuno, ya que su talla y su conocimiento del panorama internacional son indudables". Rafael Pérez Sierra, director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, dice: "En principio sorprende y uno no acierta a coomprender com se cruzan y por qué esas dos trayectorias, Sevilla-Scaparro, aunque los responsables quizá lo sepan porque es su obligación. De todas formas, si se añadiera un nombre español al ya propuessto no creo que ni siguiera tratándose de Sevilla resultara redundante ni folclórico".Las señalesSeaparro habló de señales para explicar su cruce, con Sevilla, y citó dos que según su interpretación anunciaron su futura actividad en la ciudad: rnostró una máscara que hace 2ños le regalaron durante una estancia allí, "que he conservado porque es particularmente original", y se refirió a Itálica, la ciudad sevillana en la que nació Adriario, y en la que tuvo que pensar mientras preparaba su montaje basado en la novela Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, con el que el pasado julio alcanzó un gran éxito en Villa Adriana, en Tívoli, las ruinas en las que vivió el emperador y que Scaparro utilizó como escenario.
En uno de los lados de las monedas de la época de Adriano figuraban tres palabras, recordó Scaparro: "Humanitas, felicitas, libertas". En ellas se resume el propósiti de lo que debe ser a su entender el pro grama teatral de la Expo-92, en el sentido de organizar "una gran fiesta del hombre y una gran fiesta del teatro, ofreciendo una pancirárnica libre y experimental dc los nuevos creadores y sus posibilidades".
Al acto en el que ayer participó Scaparro asistió como oyente el guionista, cinematográfico español Rafael Azcona, que ha colaborado con el director teatral italiano en anteriores ocasiones. "Nuestro sueño", dijo Scaparro, "es hacer una versión española para, el teatro del Quijote, y espero que en febrero pueda dar ya detalles del proyecto, que se tratata de un homenaje a España y a la cultura española, con actores españoles, en el que quede patente la gran fuerza de la Iiteratura española". El contenido del otro proyecto, cinematográfico, está aún sin precisar, aunque abordará un tema español, in formó Alfonso Riera.
Respecto a la posibilidad de presentar en Sevilla u otras ciudades su montaje Memorias de Adriano: historia de una voz, Scaparro dijo: "No se verá en Sevilla, ya que el montaje está estrechamente ligado a Villa Adriana, y buena parte de su éxito consistió en presentar el espectáculo en un ambiente en el que se sentía la presencia del emperador. Mover este montaje como si fuera una Virgen peregrina no me parece serio".
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