Los ex adeptos de Raschimura son víctimas de su dirigente, según el fiscal

El fiscal Antonio Vicent afirmó ayer que los ex integrantes de la secta Raschimura juzgados en la Audiencia de Barcelona son víctimas del líder de la organización, Pedro Vivancos García, que permanece huido de la justicia española, y retiró las acusaciones que pesaban sobre tres de los siete procesados por varios delitos.

Los ex adeptos de la secta fueron juzgados por los delitos de falsedad en documento público y, usurpación de estado civil, ya que el fiscal retiró ayer los cargos de intrusismo y alzamiento de bienes.El fiscal pidió penas de entre uno y dos años de prisión, y entendió que los acusados debían beneficiarse de la eximente incompleta de enajenación mental, por la influencia que ejercía sobre sus mentes el líder de la secta, Pedro Vivancos. Los acusados explicaron cómo fue su proceso de entrada en la secta y el tipo de vida que llevaban, acatando en todo momento las órdenes de Pedro Vivancos, que actualmente reside en Canadá, según comentaron. Raschimura se creó en 1974 como secta de inspiración hindú basada en el culto al maestro, quien llegó a dominar la mente de sus discípulos.

Las actividades de la secta fueron denunciadas por dos de sus ex miembros, José Soria Reina y Rosa Pastor Ubach, que se vieron privados de tener consigo a una hija de ambos, ya que Vivancos ordenó que se inscribiese en el registro con los apellidos de otro miembro de Raschimura, hecho por el que están acusados de falsedad en documento.

Vivancos puso en pie una serie de establecimientos de venta de productos de macrobiótica y la clínica Imayan, en San Cugat del Valles, para enfermos terminales.

También organizó cursillos de filosofía oriental para captar adeptos, para lo que contó con la ayuda de Paloma Lago Jaraiz, nieta de Pilar Franco.