El Parlamento húngaro debate una salida a la crítica situación económica
El Parlamento húngaro se reunió ayer para someter a debate un duro presupuesto de austeridad entre rumores de que el país está al borde de la bancarrota, y de que el primer ministro, Miklos Nemeth, dimitiría si los diputados rechazan su plan económico, que ha sido respaldado por el canciller de la RFA, Helmut Kohl, en visita a Hungría.
Durante la sesión, que se prolongará entre tres o cuatro días, los 376 parlamentarios aprobarán también la convocatoria de las primeras elecciones generales libres que celebra el país en los últimos 40 años, y que probablemente tendrán lugar el próximo 25 de marzo.
El presupuesto tiene como objetivo hacer frente a la enorme deuda exterior de Hungría —20.000 millones de dólares, la mayor de los países del Este europeo— y al déficit presupuestario, principalmente mediante la reducción de los subsidios y el recorte de las rentas salariales, propuestas que encuentran fuertes resistencias.
La aprobación del presupuesto es vital para la economía de Hungría.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha indicado que la aprobación del presupuesto por parte del Parlamento es condición previa para la entrega de la última parte del crédito de 350 millones de dólares (unos 40.000 millones de pesetas), que quedó congelado cuando Hungría superó sus objetivos presupuestarios del presente año.
Por otro lado, Gyula Thuermer, de 37 años, fue elegido ayer presidente del Partido Socialista Obrero Húngaro (PSOH, comunista) al término del congreso que reafirmó la continuidad de esa tendencia ortodoxa frente al nuevo Partido Socialista de Hungría (PSH).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.