Willy Brandt: "La unidad mucho más cerca de lo que habíamos imaginado"
JOSÉ M. MARTI FONT ENVIADO ESPECIAL, "Pueden estar seguros de que la unidad está mucho más cerca de lo que habíamos imaginado y se produce desde abajo, mal que les pese a ciertos defensores acérrimos de las reglas diplomáticas", dijo ayer con cierto desafío el presidente de honor del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y ex canciller Willy Brandt, en un emotivo discurso durante la primera sesión del congreso del partido en Berlín Occidental. La tónica de las intervenciones vino a demostrar que el SPD no ha podido resistirse a engrosar las filas de los reunificadores, aunque matizara su postura con toda clase de garantías a los países vecinos y al mundo.
El SPD presentó su ya conocido programa para la reunificación alemana titulado Los alemanes en Europa en el que asume una parte considerable de las líneas marcadas por el secretario de Estado norteamericano, James Baker, la semana pasada en la antigua capital del Reich, al contemplar el contexto de desarme europeo y mundial como el marco en el que se podía conseguir la reunificación y dar un empujón a la conferencia de seguridad europea y a la de Helsinki.Desposeído de su plan de reunificación por el canciller Helmut Kohl, que -aunque con otro envoltorio-hizo suyas las propuestas de la socialdemocracia, el SPD hizo ayer hincapié en la unidad de Europa y en las necesarias garantías para los vecinos de Alemania. El presidente del partido, Hans Jochen Vogel, fue contundente: "La unidad de Alemania ya no amenaza a nadie porque los alemanes han aprendido la lección de la historia". Vogel criticó de inmediato al canciller Kohl por no haber aceptado formalmente las fronteras de Polonia surgidas después de la II Guerra Mundial y haber creado sospechas en este sentido.
El alcalde de Berlín, Walter Momper, una de las figuras emergentes del SPD y de quien ya se empieza a hablar como candidato alternativo a la cancillería de Bonn si Oskar Lafontaine no se decide a presentarse, fue muy duro con quienes gritan por un renovado pangermanismo de corte derechista y se pronunció por una labor de paso a paso, resolviendo problemas concretos y dejando que el proceso de unidad fluya naturalmente al margen de grandes gestos políticos.
La gran estrella de la jornada fue, sin embargo, Willy Brandt, que llenó la tarde con un discurso vibrante en el que recorrió la historia de la RFA y de su centenario partido, atacó duramente al viejo régimen de la República Democrática Alemana (RDA), pidiendo incluso que se actuara legalmente contra los comunistas acusados de corrupción y de abuso de poder y criticando a aquellos que "callaron siempre ante los abusos y ahora aseguran que no sabían nada". Brandt calificó de infamantes las acusaciones que desde la derecha se ha hecho al SPD de ser débil e incluso aliado de los comunistas.
"No tenemos ninguna necesidad de consejos del exterior para resolver nuestros problemas internos", dijo Brandt, "pero desde el final de la II Guerra Mundial sabemos, como ha recordado el presidente Mitterrand, que tampoco disponemos de una total autonomía para ello".
Muy parecida era la opinión de su correligionario del otro lado del muro. "La unidad de Alemania y la unidad de Europa son parte de un mismo proceso", afirmó el representante del Partido Socialdemócrata (SDP) de la RDA, Markus Mecklendecker, quien negó que su partido fuera "ninguna filial del SPD".
Sin embargo, la sesión de ayer, y ésta parece que va a ser la tónica hasta la clausura del miércoles, no proporcionó ninguna sorpresa. La decisión de trasladar el Congreso a Berlín ha sido contrarrestada por la visita que hoy inicia Kohl a la RDA y que, con toda seguridad, robará el protagonismo a la socialdemocracia. La elección del candidato a la cancillería no se va a producir ahora y las apuestas llegan incluso a incluir al propio Willy Brandt y a Walter Momper, además, por supuesto, de Lafontaine.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.