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Autocrítica de Erich Honecker en el congreso del SED

J. M. MARTI FONT ENVIADO ESPECIAL "Me engañé a mí mismo y fui engañado cuando visitaba el país", admitió recientemente Erich Honecker, el defenestrado máximo líder de la República Democrática Alemana, según se hizo público ayer en la segunda parte del congreso extraordinario del partido comunista, en Berlín Este, donde los 2.750 delegados buscaban desesperadamente una tabla de salvación -incluido el cambio de nombre del partido- para poder presentarse con unas mínimas garantías a las elecciones generales del próximo día 6 de mayo.

"Asumo toda la responsabilidad por la dura situación actual, de la que soy responsable directo por mis funciones como secretario general del partido y presidente del consejo de Estado y del consejo de Defensa", dice la nota enviada por Honecker al que fue jefe de la comisión de control del partido, Werner Eberlein, el pasado 19 de noviembre, y que fue hecha pública ayer en el Palacio de Deportes del Dinamo, a las afueras de Berlín, donde se celebra el congreso. Sin embargo, el defenestrado líder del partido, de 77 años, cuyo estado de salud fue calificado de muy grave, negó las acusaciones que contra él se hacen de corrupción y abuso de poder. "Nunca mi trabajo en el partido y en el Estado podrá ser relacionado con esas acusaciones", dijo.Tono anacrónico

Con el país en una situación caótica, el tono general de los discursos de los oradores sonaba bastante anacrónico. De hecho, el partido comunista, cuyo viejo nombre Partido Socialista Unificado (SED) ya había desaparecido del gran panel central, se dedicó con fruición a un ajuste de cuentas con el estalinismo. La dificultades con que tropezaba el bautizo lograron finalmente saldarse, de forma provisional, con un doble nombre: Partido Socialista Unificado de Alemania-Partido del Socialismo De mocrático (SED-PDS).

"En oposición a la perestroika y a la glasnost, los viejos líderes acuñaron la consigna de 'socialismo con los colores de la RDA'; sin embargo, este período de nuestra historia podría muy bien llamarse 'estalinismo con los colores de la RDA", dijo el delegado Michael Schumann en su informe sobre las causas de la crisis de la sociedad y la responsabilidad del partido.

El breve sucesor de Honecker, Egon Krenz, que asiste al congreso, tampoco escapó a las críticas. "El liderazgo del partido bajo la dirección de Egon Krenz desde el 18 de octubre fracasó al no entender con rapidez el carácter del proceso de renovación", dijo Schumann. En las semanas previas al congreso de emergencia celebrado hace siete días y en el que resultó elegido secretario general el abogado Gregor Gysi, de 41 años, "el partido se sumió en una situación que lo ha llevado ahora a tener que luchar simplemente por su subsistencia añadió.

Los nuevos hombres fuertes del partido, Gysi y Wolfgang Berghofer -que presidía la mesa del congreso con un insólito sentido del humor-, han tenido un detalle para con la vieja guardia con la creación de una especie de senado de ancianos compuesto por 20 experimentados miembros del partido para aconsejar a la nueva cúpula.

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Una de las sorpresas que la Prensa se encontró por los pasillos del pabellón deportivo del Dinamo fue la presencia de miembros del buró político de Honecker. El más notorio, el ideólogo Kurt Hager, fue virtualmente asaltado por los periodistas y las cámaras. Hager reconoció sus errores, pero puso un punto de duda sobre el futuro del país. "Me parece muy bien que haya elecciones libres, pero esto no arreglará el problema".

La sesión de ayer se alargó hasta últimas horas de la noche, debido a la cantidad de oradores y de temas a tratar, entre los que se incluían la nueva estructura y el nombre del partido. Mientras, la Unión Cristiana Democrática (CDU) de la RDA clausuraba su congreso en el céntrico teatro Kosmos reeligiendo por abrumadora mayoría como presidente a Lothard de Maizieres.

En Leipzig, también ayer, Despertar Democrático (DA) celebró su congreso fundacional aprobando un programa que contempla la futura confederación de las dos Alemanias.

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