'Interior del water', de Antonio López, no alcanzó en subasta el precio de oferta

La pintura de Antonio López Interior del water, que se subastó ayer en Madrid, quedó invendida al no alcanzar la puja máxima el precio de oferta que habían convenido la entidad organizadora (Edmund Peel & Asociados) y el propietario del cuadro. En el mismo caso estuvieron obras de Wifredo Lam, Óscar Domínguez, Henry Moore, Tàpies, Luis Gordillo, Víctor Mira, Alfonso Fraile y Antoni Clavé. Pinturas del propio Tàpies, Juan Gris y Manolo Millares alcanzaron precios interesantes, por encima de los 30 millones de pesetas, aunque siempre por debajo de las estimaciones que habían hecho los subastadores.

Media hora antes de la anunciada (ocho de la tarde) el salón del hotel Ritz, de Madrid, donde se iba a celebrar la subasta, estaba ya abarrotado de público, y los que llegaban después -y tuvieron que permanecer de pie-, triplicaban a los sentados. En total serían 500 personas, unas con intencíón de pujar, otras con intención de curiosear un rato. Había gran expectación por la pintura de Antonio López Interior del water (taza del WC y ventana), cuyo precio se calculaba que rebasaría los 120 millones de pesetas.A las 20.00 horas exactamente (las subastas y los toros son lo único puntual del país) colocaban en el expositor el primer lote: un dibujo de Picasso a tinta china. Quienes no estaban en la primera fila tuvieron que mirarlo con catalejo, pues era un poquito más grande que un sello de correos. Salió a subasta en tres millones de pesetas y tras corta puja. entre gente de la sala y gente al teléfono, se remató en 3,2 millones de pesetas.

Un precioso óleo de Juan Gris, Femme drapèe, que partió de 25 millones de pesetas, se pujó hasta 35 millones. El mismo precio alcanzaría, Pied aux graphismes, óleo y grafito sobre lienzo, de Tápies. Homúnculo, de Mariolo Millares -telas, negros, rosas, ocres- se vendió en 37 millones de pesetas y ese fue el precio real más alto de la subasta.

Hubo tres estatuillas de bronce, de las cuales Le torero a la cape tuvo larga y disputada puja y un precio de martillo -2'4 millones de pesetas- muy por encima de lo previsto. Llamaron la atención, por sus grandes dimensiones, El rapto de Europa, de Óscar Domínguez, y Cuadríptico, de Alfonso Fraile, que, sin embargo, no se vendieron.

A las 20.43 horas entraba Interior del water, entre murmullos, flashes, focos de las muchas televisiones que había allí. Desde los 60 millones de pesetas de salida, en sólo 55 segundos llegó a los 105 millones de pesetas. No hubo más pujas y pareció rematado en esa cantidad, pues Edmund Peel pegó el martillazo con la contundencia habitual, o más (de poco parte la mesa), pero luego se supo que el cuadro había quedado invendido. Su precio no llegaba al que acordaron el propietario y los subastadores.

-Perdone pero ¿dónde pondría usted en su casa el Interior del water? ¿En el comedor, en la sala de visitas, en el propio water?

-Verdaderamente, reproduce con tan impresionante fidelidad un water, además lleno de roña, que me lo estoy pensando.

Quienes entienden, comentaban que es un cuadro no tanto de gran casa como de gran museo, y esta puja fue la que faltó en la subasta para que alcanzara el precio convenido. Otro día será, porque el cuadro, prodigio de arte y de técnica, es asombroso.