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SANIDAD

La mayoría de las hepatitis C se podrán prevenir con la prueba de detección del virus

El total de las hepatitis C transmitidas por transfusión sanguínea se podrán prevenir gracias a la prueba de detección del virus. Mediante una reacción de polimerasa en cadena (PCR), un sofisticado test, según técnicas de biología molecular, será posible identificar la gran mayoría de las hepatitis que hasta ahora se etiquetaban como no A no B, por carecerse de un test de marcadores del virus que permitiera llegar a un diagnóstico certero de la enfermedad.La hepatitis C ha sido la estrella de un simposio internacional que acaba de celebrarse en Montecarlo (Mónaco) y que ha convocado a un millar de especialistas procedentes de Estados Unidos, Canadá, Japón y gran parte de los países de Europa Occidental. Durante mucho tiempo, la hepatitis C ha sido diagnosticada como no A no B, por exclusión de las hepatitis A y B, ya que no era posible detectar el virus.

Desde hace unos meses se había descubierto un método de diagnóstico del anticuerpo frente al virus C. Según este test, se podía saber que la persona había tenido contacto con el virus y que, por tanto, era un potencial transmisor de la enfermedad y ella misma podía llegar a desarrollarla. Sin embargo, mediante esta prueba no se detectaba el virus, por lo que el número de enfermos que no presentase anticuerpos no podía ser diagnosticado.

Científicos de Chiron Corporation, un pequeño laboratorio situado en California (EE UU), han conseguido desarrollar tanto el test de anticuerpos del virus C como el test de identificación del propio virus.

Amy Weimer, bióloga molecular de Chiron Corporation, ha declarado que la reacción de polimerasa en cadena (PGR) es de vital importancia para evitar las hepatitis C postransfusionales. Se desconoce cuándo se comercializará el PCR, ya que se trata de una prueba cara y que precisa de una compleja tecnología y de un personal altamente cualificado. La prueba de detección de anticuerpos del virus C ya se está aplicando en algunos centros hospitalarios españoles, pero aún no existe una política sanitaria normalizada en este sentido.

El aspecto más alarmante del virus C era que causaba la totalidad de las hepatitis postransfusionales. A ello hay que añadir que este tipo de hepatitis se hace crónica en un 50% de los casos, lo que no sucede con el virus B, que sólo cronifica en un 10%, ni con el virus A, que en ningún caso la enfermedad se convierte en crónica.

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