Un rosario de declaraciones
Aparte de los tres grandes temas, la cumbre de Estrasburgo abundará en asuntos y declaraciones. Los doce darán su visto bueno a la creación del Comité Europeo de Lucha contra la Droga (CELAT), cuyos planes van hasta intentar suprimir el blanqueo del dinero producto del narcotráfico.
El Consejo Europeo bendecirá la futura Agencia Europea del Medio Ambiente y volverá a insistir en el proyecto, mimado por Mitterrand, de un Eureka televisivo europeo.
Además del deshielo que se está produciendo en el Este, la cooperación política, es decir, los intentos de coordinar la política exterior de los doce, dará lugar a un rosario de declaraciones, entre las que destacan las dedicadas a Oriente Próximo y Chile.
La primera se situará en la línea de la postura adoptada en la pasada cumbre de Madrid, que la presidencia francesa considera como un techo máximo, pero anunciará la disposición de la CE de incrementar sus ayudas a los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza donde la intifada, la sublevación de las piedras, cumple ahora dos años.
Inspirada por España, la declaración sobre Chile supone un aliento para el proceso de democratización en ese país, donde la semana próxima tendrán lugar las primeras elecciones presidenciales desde 1970. También en este caso los doce se declaran dispuestos a apoyar económicamente a la joven democracia que surgirá de las urnas.
Los Estados miembros expresarán, por último, su satisfacción por la celebración de elecciones en Namibia, un país al que dan de antemano su bienvenida al club de Lomé.
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