Unos 3.000 altos cargos del sector público ganan más que el presindente del Gobierno

La creciente competencia entre las empresas han impedido cumplir el propósito inicial de los socialistas de situar los sueldos de los altos cargos de la Administración y de las empresas públicas en el límite máximo de la retribución del presidente del Gobierno. La remuneración del número del Gobierno la fijan los Presupuestos del Estado, y actualmente se sitúa en unos 10,5 millones de pesetas. Sin embargo son cerca de 3.000 los altos cargos de empresas públicas que perciben ingresos superiores a esta cantidad, lo que provoca un trasvase permanente de altos; cargos de la Administración a las empresas públicas.

Este trasvase se produce en mayor medida aún al sector privado. La remuneración, de los cargos públicos es radicalmente distinta en las empresas públicas a la de la Administración, en donde a su vez también, hay que distinguir entre la cúpula política (ministros, secretarios de Estado y subsecretarios), cuya retribución es pública -establecida en los Presupuestos- 37 fija, sin que puedan percibir otras remuneraciones, y la de los altos cargos profesionales hasta el nivel de director general.En la Administración española hay unos 200 directores generales, que perciben tinos ingresos básicos de unos 5,6 millones de pesetas. Estos ingresos pueden incrementarse con la dietas de dos consejos -2,3 millones de pesetas- y desde este año pueden beneficiarse de los mismos complementos que los demás funcionarios.

Dentro de la empresa pública la situación también es contradictoria. Así, por ejemplo, mientras la retribución del presidente del Instituto Nacional de Industria (INI) es pública y determinada por la ley, los presidentes, directores generales, directores financieros, y demás altos cargos de las empresas que pertenecen al instituto tienen sueldos muy superiores a los del presidente del holding, a un nivel más en consonancia con los del sector privado, al no estar sujetos a ninguna limitación legal.

Trasvase

Esta situación provoca un trasvase permanente de altos cargos de la Administración a las empresas públicas. Uno de cada tres funcionarios que se incorpora a la Administración se pasa a una empresa pública o privada. Un ejemplo reciente de estos trasvases es el de Alfonso Gota, de la presidencia del Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC) a la secretaría general de Tabacalera. Su antecesor en este cargo tenía una remuneración próxima a los 18 millones de pesetas.

En este sentido, un alto cargo de Economía y Hacienda comentaba: "¿Por qué el secretario del consejo de administración de Tabacalera tiene que cobrar el doble que un subsecretario de ministerio?". La misma fuente ha precisado que "las retribuciones públicas, cuanto más públicas son más desenfocadas están para la demagogia. El problema", añadió, "es que si no son públicas se pueden cometer abusos con facilidad".

Políticos y profesionales

Otras fuentes consultadas en la Administración estiman que la cuestión básica consiste en diferenciar entre los cargos políticos y los profesionales.

Los políticos (ministros, subsecretarios, secretarios de Estado, diputados y senadores) tienen otras compensaciones además de las salariales. Mientras que un cargo profesional como el director general de informática del Ministerio de Hacienda no tiene por qué tener una remuneración inferior al director de informática de una caja de ahorros, por ejemplo, a no ser que la Administración renuncie a trabajar con los mejores profesionales del mercado.