Felipe González ofrecerá pactos de Estado sobre temas autonómicos, de terrorismo y de empleo

ANABEL DIEZ / LUIS R. AIZPEOLEA, El candidato a la presidencia del Gobierno, Felipe González, ofrecerá a la oposición pactos en materia autonómica, antiterrorista y de política de empleo en el debate de investidura que mañana comienza en el Congreso de los Diputados. Esta oferta cuenta de antemano con la actitud escéptica de los partidos de la oposición y el consiguiente voto negativo a su investidura, con la excepción del PNV, que condiciona su apoyo a González al resultado de las conversaciones, aún abiertas, entre las ejecutivas de ambos partidos. En todo caso, el candidato tiene asegurada su investidura en la primera vuelta.

Felipe González pretende que esta legislatura sea la del acuerdo con el resto de las fuerzas políticas, por lo que intentará que las "grandes cuestiones de Estado" se aborden con el consenso mayoritario, según fuentes gubernamentales. En el terreno autonómico ofrecerá revitalizar el frustrado "pacto de Estado", de manera que las comunidades que accedieron a la autonomía por la vía del artículo 143 de la Constitución accedan a mayores competencias de una manera "ordenada". Su pretensión es que sean transferidas por delegación del Gobierno central y no por la vía de la reforma estatutaria.En el campo de la lucha antiterrorista, Felipe González concretará sus propuestas de limitación del tiempo de la reinserción social de los presos de ETA así como de obstaculización del automatismo en la reducción de penas por terrorismo, de manera que se cumplan íntegramente. Su oferta de consenso en materia de creación de empleo vendrá precedida de un anuncio de medidas para mantener el crecimiento económico y frenar el rebrote inflacionalista. La portavoz del Gobierno, Rosa Conde, en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes, expresó el deseo del candidato a presidente de dialogar con los interlocutores sociales, una vez constituido el nuevo Gobierno.

La oferta de pacto de Estado del candidato vendrá acompañada de un amplio repaso de la situación internacional, con especial incidencia en los últimos acontecimientos ocurridos en la Europa del Este y su repercusión en el conjunto de Europa y en España. La reiteración del mensaje de adaptación de las estructuras económicas y empresariales para garantizar la competitividad con la entrada en vigor del Acta Única de 1993 completará el discurso de la investidura de Felipe González.

"Ocultas intenciones"

El líder del principal partido de la oposición, José María Aznar, partirá de la decisión de Felipe González de adelantar en seis meses las elecciones para valorar las "ocultas intenciones" de tal decisión, entre las que apuntará la inminente política económica de "ajuste duro", e interpelará al candidato sobre el deficiente funcionamiento de los servicios públicos.

El presidente del Centro Democrático y Social (CDS), Adolfo Suárez, defenderá la necesidad de la concertación social y de la profundización de las libertades públicas. Suárez respaldará la política socialista de mantenimiento del crecimiento económico, pero pondrá el acento en la necesidad de redistribuir mejor y los beneficios repercutan en el aumento y calidad de los programas sociales".

Julio Anguita, presidente de Izquierda Unida, respaldará las reivindicaciones de los sindicatos, recogidas en la Plataforma Sindical Prioritaria (PSP), y abogará por la necesidad, de un giro en la política económica del Gobierno. Sus planteamientos reivindicativos no se limitarán a la critica a la política económica y social del Gobierno sino que se extenderán a otros ámbitos, como la Defensa o el autonómico.

Miquel Roca, en nombre del Grupo Catalán, será especialmente incisivo con Felipe González en el terreno autonómico al que responsabilizará del incumplimiento de los compromisos autonómicos en Cataluña. Roca será más comprensivo con la política económica del Gobierno, aunque solicitará más incentivos a la inversión para garantizar el sostenimiento del crecimiento.

Iñaki Anasagasti, portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV), marcará el contrapunto con un discurso "sin acritud", en coherencia con, las conversaciones mantenidas entre su partido y el PSOE. La intervención de Anasagasti será genérica, con especial incidencia en la situación creada en Europa, y planteará la necesidad de atender las reclamaciones de las nacionalidades y de la adopción de medidas para salvar el riesgo de la marginación peninsular tras el desmoronamiento de los regímenes del Este.

El Grupo Mixto votará casi unánimemente contra la investidura González. Tanto Joseba Azkarraga, de Eusko Alkartasuna (EA), como Jon Larrinaga, de Euskadiko Ezkerra (EE), y Alejandro Rojas Marcos, del Partido Andalucista (PA), ya han anunciado su voto negativo por discrepancia con la política económica y autonómica del PSOE. Unión Valenciana (UV) y el Partido Aragonés Regionalista (PAR) tampoco respaldarán al candidato, y también se presenta improbable el de las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), tras no haber alcanzado un acuerdo con el PSOE.