'Halcones' y 'palomas'

C. P., Los dirigentes de las centrales mayoritarias y de la patronal han querido acelerar su primer encuentro, tanto que lo han celebrado en sábado, un día atípico para ese tipo de encuentros. Pretendían adelantarse al debate de investidura para fijar ellos los escenarios en los que desean recuperar el diálogo social y que no los imponga el Gobierno.

Sindicatos y empresarios de esta manera van a concertar cada materia en el ámbito que les corresponde -en la cúpula, los sectores de producción o las empresas- Han aprendido de errores de años pasados y no quieren embarcarse de nuevo en lo que José María Zufiaur denomina un totum revolutum, que al final acaba en nada.

José María Cuevas, Antonio Gutiérrez y Nicolás Redondo se comprometieron ayer a empezar a discutir sin considerar ningún tema tabú, pero todos son conscientes de que en algunas cuestiones el acuerdo es casi imposible.

Para el éxito del proceso iniciado ayer es clave conocer el resultado de la reunión de los órganos directivos de CEOE, prevista para el día 12, y si en ella se imponen los halcones o las palomas. Ello se pondrá de manifiesto cuando los dirigentes empresariales establezcan el índice de temas objeto de negociación que se van a añadir a los seis propuestos por las centrales. Hay algunas cuestiones malditas, cuyo simple enunciado puede ya torcer el diálogo.

De las seis materias propuestas de común acuerdo por UGT y Comisiones Obreras, hay tres cuando menos complicadas a juicio de algunos empresarios. Se trata del reparto del tiempo de trabajo -reducción de la jornada y control de las horas extraordinarias-, la estabilidad en el empleo con mayores garantías para los contratos temporales y el incremento de la participación de los trabajadores y sus representantes en las empresas.

Puntos de acuerdo

En cambio, los otros tres temas sugeridos por los sindicatos hacen prever a los negociadores alguna posibilidad de alcanzar acuerdos. Se trata de la formación profesional, la resolución negociada de los conflictos individuales y colectivos y la salud laboral, que han debatido largamente patronal y sindicatos a lo largo de los últimos años en encuentros no oficiales.

Para la salud laboral les basta con aplicar y desarrollar las directivas aprobadas en la Comunidad Europea, dado que no se ha elaborado la ley tantas veces anunciada por el Gobierno español y en la resolución de conflictos las partes han intercambiado criterios desde los primeros acuerdos interconfederales.

La formación profesional es, con todas las cautelas, un punto fácil de negociar y mucho han hablado ya patronal y sindicatos sobre el modelo que quieren establecer, una mezcla de los vigentes en Francia y la RFA, que les permita formar los 200.000 especialistas que demanda el mercado y que ahora la formación profesional existente no les facilita.