La noche más 'heavy'
Los grupos Bon Jovi y Manowar actuaron ayer en Madrid
Bon Jovi desplegó su mejor circo de luces, petardos y escenarios fantásticos anoche en el Palacio de los Deportes, mientras en el Pabellón del Real Madrid otro grupo duro, los también norteamericanos Manowar, se apoyaba en una sólida muralla de altavoces con un volumen superior al utilizado por cualquier otra banda del mundo. Con ambos recintos totalmente llenos de fieles adeptos a esta música, la de ayer fue la noche más heavy de Madrid.
Tras la actuación de los teloneros Dan Reed Network en el Palacio de los Deportes, el escenario cobraba la apariencia de una tramoya de montaje. Ágiles operarios escalaban el andamiaje metálico que sostenía el fabuloso juego de luces de Bon Jovi, con el mejor estilo circense. Otro de ellos recorría durante minutos probando todos los micrófonos con un monótono chiri vi cheu, que, sin embargo, parecía entusiasmar al público.A las 22.20 horas, con petardos y bomba incluída, aparecieron en el escenario Bon Jovi. Bajo un fuego de luces cruzadas dieron comienzo a su actuación en un escenario mezcla de nave espacial y de tridente romo. Jon Bon Jovi, pantalón y chupa de cuero, todo ello ajustado, pañuelo multicolor a la cabeza, logró encantar a su público con una mezcla de rock duro y baladas en las cuales pedía constantemente su participación.
Jon Bon Jovi, Richie Sambora, David Briam, Tico Torres y Alec John Such parecían remarcar sobre el escenario que, como lejanos herederos del Led Zeppelin y Deep Purple, también podían navegar sobre un mar de brazos levantados, ni palmas ni puños, sólo brazos, y excitar los sentimientos de los 11.000 jóvenes que, a su vez, botaban sobre el mar de espuma de sus zapatillas deportivas.
El cuarteto norteamericano Manowar hizo buenas las palabras de quienes afirman que son el grupo de rock con un sonido en directo más alto. Con el Pabellón del Real Madrid lleno a rebosar presentaron los temas de su elepé Dark Avenger, y divirtieron a un público apasionado con continuos guiños y trucos efectistas.
Para respaldar cada una de sus canciones, cada solo de guitarra o alarde vocal, han construido un muro en el fondo de escenario formado por cuatro filas de 12 voluminosos altavoces gracias a este sólido apoyo se convirtieron, nada más comenzar su espectáculo, en un auténtico trueno, con un volumen superior al utilizado por cualquier otra banda del mundo.
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