Un marmolista descubre dos tinajas con un esqueleto, varias fotos y un muñeco de trapo
La Guardia Civil está investigando cómo llegó parte de un esqueleto humano, depositado dentro de una tinaja, hasta el cementerio de Torrelodones. En otra vasija similar fueron hallados restos de varios pollos y pavos, así como un muñeco de trapo y varias fotos de un hombre y un periódico del pasado día 21. Según las primeras hipótesis, puede tratarse de un caso de magia negra o de la profanación de un sepulcro.
Un marmolista llegó el martes al camposanto de Torrelodones para finalizar un trabajo. Nada más traspasar la puerta, encontró dos tinajas -de medio metro de altura cada una- justo donde los cuidadores del cementerio guardan sus herramientas.El marmolista vio que en una de las vasijas había numerosos huesos y una calavera, mientras que la otra contenía un montón de plumas y patas de pollos y pavos. El autor del hallazgo se lo comunicó al párroco y éste dio cuenta a la Policía Local.
El juez de Instrucción número 2 de El Escorial ha encargado al Servicio de Información de la 112 Comandancia de la Guardia Civil la investigación para aclarar este extraño caso, que se presenta bastante oscuro. El cadáver, que no está completo, puede corresponder a una persona muerta hace unos 20 años, según la primera impresión del forense.
El Gabinete de Técnica Policial de la Guardia Civil va a tratar de limpiar y reconstruir unas inscripciones que figuran en el muñeco de trapo, que tiene unos 25 centímetros de longitud. Esas letras son imposibles de descifrar a simple vista y los investigadores ni siquiera pueden precisar en que lengua están escritas.
El muñeco tenía arrolladas al cuello varias cintas, lo que parece coincidir con la técnica utilizada por sectas esotéricas para hacer recaer un maleficio sobre la persona representada por el monigote. Otro indicio sospechoso son las plumas y las garras de varias gallináceas, que suelen utilizarse en los ritos de vudú.
La fotografía, en mejor estado, es de tamaño carné, en color, y en ella aparece un hombre de unos 40 años, en cuyo rostro destaca un fino bigote. Aparentemente este retrato fue realizado hace menos de una década. Tampoco se ha podido precisar si hay algo escrito en un montón de cuartillas, debido a que éstas están embarradas.
Pero lo más extraño es que en una de las tinajas había un ejemplar de Diario 16 del pasado día 21, lo que confirma la sospecha de que los restos humanos fueron manipulados recientemente.
Entre los vecinos de la comarca se ha relacionado este caso con el ocurrido durante el mes de agosto de 1988 en el cementerio de San Lorenzo de El Escorial, donde fueron saqueadas casi una veintena de tumbas. La Guardia Civil detuvo entonces a un grupo de jóvenes, quienes declararon que profanaron los sepulcros en un puro acto de diversión.
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