_
_
_
_

Tropas rebeldes atacan el palacio presidencial de Manila

Aviones de combate de las fuerzas aéreas controladas por tropas rebeldes bombardearon durante la madrugada española el palacio de Mala cañang, sede del Gobierno filipino. Horas antes, un grupo de militares dirigido por un coronel y apoyado por carros de combate, ocupó parte de dos bases de Manila, una de ellas la aérea de Villamor, en un nuevo intento de golpe de Estado contra la presidenta Corazón Aquino, según informó el secretario de Defensa del archipiélago, Fidel Ramos. El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, transmitió esta misma madrugada el apoyo de Madrid al Gobierno constitucional de Aquino.

Más información
Los golpismos de Honasan

Ramos afirmó que unos 200 soldados rebeldes, apoyados por dos carros de combate, habían entrado en Villamor, donde se escucharon varias explosiones de granadas. Otras unidades rebeldes entraron en el Fuerte Bonifacio, situado al sur de Manila.La confusión reina en la capital filipina, cuyos habitantes fueron despertados en mitad de la noche por las explosiones, que se fueron extendiendo a diversos barrios residenciales. El aeropuerto internacional está cerrado, pero se mantienen las comunicaciones telefónicas, según el embajador español, Enrique Romeu, que se encuentra en contacto permanente con Madrid.

"No podemos salir del palacio, pero las fuerzas gubernamentales están rechazando a los rebeldes", afirmó Lourdes Sytangco, portavoz de la presidencia.

Aquino, en un mensaje transmitido a la población por radio y televisión a las 4.40 (21.40, hora peninsular), pidió apoyo para democracia y la causa de la libertad "Esta nación nunca deberá caer de nuevo en las manos de los tiranos", dijo. La presidenta instó a los filipinos a mantenerse alerta "Os llamaré si hay necesidad de convocar el histórico poder popular".

Estados Unidos amenazó con cortar toda su ayuda a ese país si triunfa el golpe.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Ramos indicó que tropas leales rodean las instalaciones ocupadas por los rebeldes, que dirige un coronel, primo, de Gregorio Gringo Honasan, quien encabezó otra revuelta militar en agosto de 1987.

Horas antes de que los amotinados iniciaran su acción, el jefe del Estado Mayor del Ejército filipino, general Renato de Villa, quien informó a los periodistas que había sido descubierta una intentona golpista para derrocar a Aquino, de 56 años, de un grupo de soldados renegados vinculados a Honasan. De Villa dijo que la asonada debería tener lugar hoy, 1 de diciembre, y que había sido descubierta ayer por la mañana, cuando un grupo de soldados de elite trataron de asaltar la estación de telecomunicaciones de Tagaytay, al sur de Manila, pero tropas leales les impidieron el paso.

Varios militares y civiles relacionados con la acción fueron detenidos entonces, pero más tarde, una vez ocupada la base de Villamor, se iniciaba un intenso bombardeo en esa misma estación. "Parece que muchas personas, en su mayoría civiles, han sido heridas", indicó la radio DZRH.

"He informado a la presidenta Aquino y le he dicho que puede tener confianza en que las fuerzas armadas de Filipinas mantendrán bajo control la situación", afirmó Ramos, pero la intentona golpista fue tomando cuerpo a lo largo de la noche y lo que se anunció como un golpe abortado había adquirido al cierre de esta edición un desarrollo imprevisible.

El arzobispo de Manda, cardenal Jaime Sin, hizo un llamamiento a las tropas, transmitido por radio, para que pongan fin a la intentona golpista y no causen un baño de sangre.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_