Procesada una juez por desviar fondos para enjugar sus pérdidas en un casino
El teniente fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha solicitado a la sala de lo penal condenas de seis años de suspensión de cargo público y dos años de prisión menor, por los delitos de malversación de fondos y falsificación de documento público, para la juez María del Carmen Rosa Janeiro Pérez, que durante más de un año detrajo de la cuenta del juzgado de Carballino (Orense) un total de 4.070.472 pesetas.
María del Carmen Janeiro, de 31 años, que ejerció como sustituta en el juzgado de distrito de Carballino desde noviembre de 1986 al mismo mes de 1988, padece, según el informe fiscal elevado ayer, "un cuadro compatible con el denominado juego patológico, que afecta exclusivamente a su voluntad, en la que la ludopatía provoca una mayor tentación y una menor resistencia al control de estos impulsos que la media normal de estas personas".Necesidades monetarias
Siempre según el informe, "al verse en dificultades económicas por sus pérdidas en el casino de La Toja y en máquinas de juego autorizadas, decidió aplicar a este uso cantidades de dinero de la cuenta provisional de consignaciones de su juzgado".
La acusada libró al portador, con su firma y sin registrarlos en los libros de contabilidad del juzgado, 17 cheques que ella misma cobraba. La relación de cantidades y fechas constituye una radiografía de sus necesidades monetarias, entre las 200.000 y las 300.000 pesetas mensuales.
Desde el 31 de agosto de 1987, cuando cobró un primer talón de 125.000 pesetas hasta el 26 de octubre del año siguiente, 15 días antes de cesar en el cargo, en que firmó un cheque de 392.000 pesetas, la juez Janeiro Pérez obtuvo de los fondos del juzgado cantidades mensuales entre las 49.450 pesetas de dos cheques de fecha consecutiva, en febrero, hasta las 595.600 del penúltimo talón, en septiembre. Sólo en diciembre y junio no libró cheques.
Todo el dinero obtenido por este procedimiento, y 153.000 pesetas de las que disponía para una indemnización a un hombre inexistente en un juicio imaginario, lo gastó en el juego "para satisfacer su manía, ante la que ya no conservaba el dominio de sus decisiones, y, con la esperanza de ganar, devolver el dinero y seguir jugando", según el informe del teniente fiscal Carlos Santaló, que considera que hubo un trastorno mental transitorio en grado de atenuante.
En junio del pasado año, ante el anuncio de una inspección, la acusada redactó una falsa diligencia de entrega en la que aseguraba que había dado casi 600.000 pesetas para una supuesta indemnización mediante uno de los cheques que ella misma había firmado con anterioridad.
Benévola
El asunto fue descubierto cuando la secretaria del juzgado, recién incorporada, redactó un acta denunciado el descubierto. Al día siguiente, la juez María del Carmen Janeiro confesó los hechos, depositó en el juzgado de instrucción 3,5 millones de pesetas y más tarde otros 1,5 millones ante el Tribunal Superior.
Según fuentes de la fiscalía, el juicio oral del caso podría no celebrarse si la acusada y el juez dan su conformidad a la pena solicitada. En medios jurídicos y cercanos a la oficina judicial se considera la petición fiscal de "discutiblemente benévola".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.