El Gobierno consultó la oportunidad de reanudar el dialogo con ETA si la organizacion asumía una tregua

El Gobierno ha tanteado a algunos partidos sobre la posibilidad de la reapartura del diálogo con ETA con la condición de que ésta garantice una tregua de seis meses, a través de un comunicado explícito o incluso un aviso implícito. Esta hipótesis, sobre la que han sido preguntados algunos grupos por el ministro del Interior, José Luis Corcuera, y el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, se barajaba en el Ejecutivo con motivo de la anunciada presencia de HB en el Parlamento, antes del asesinato de Josu Muguruza e independientemente de los sucesos registrados la pasada semana. La constatación de la autoría de ETA del secuestro del empresario Adolfo Villoslada bloquearía esta posibilidad, porque el Gobierno mantiene que mientras haya actos terroristas no hay contactas.

La cautela con que el Gobierno ha planteado esta hipótesis a varios partidos tiene mucho que ver con el precedente de la ruptura de las conversaciones de Argel, el pasado abril. Según algunas informaciones, contrastadas tanto en medios gubernamentales como del País Vasco, la decisión de la ruptura, con la reanudación, de la actividad armada, fue unilateral.Fue Francisco Múgica Garmendia, Artapalo, que controla directamente la mayoría de los comaridos y la infraestructura de ETA, quien decidió, sin consultar con la delegación negociadora de Argel, que encabezaba Antxon Etxebeste, la reanudación de la actividad armada, tras el bloqueo originado en las conversaciones por la interpretación de los preacuerdos alcanzados entre Gobierno y ETA..

Pero la apreciación de que una mayoría, tanto en ETA como en HB, está por la negociación aparece suficientemente contrastada. Se puede, incluso aseverar la existencia de un " pacto táctico" entre los sectores independientes de HB más predispuestos a la negociación, como Iñaki Esnaola, y los de KAS -la Koordinadora Abertzale Socialista que engloba a diversas organizaciones, entre ellas, ETA- uno de cuyos ejes fundamentales era su presencia parlamentaria en el Congreso y el Senado. La representación pariamentaria de KAS quedaba garantizada en la figura del asesinado Muguruza.

La. presencia de los parlamentarios de la coalición independentista en el Congreso y Senado era para el Gobierno una garantía para la reanudación del diálogo con mayores posibilidades de éxito, tal y como adelantó la pasada semana el presidente del PNV, Xabier Arzalluz. El propio Arzalluz insinuaba en sus declaraciones que las conversaciones pueden reanudarse.

La predisposición del Gobierno al diálogo no está exenta de precauciones. En las declaraciones de Arzalluz ya se aludía a estas cautelas: "Aunque quienes, tanto en ETA como HB, dirigen todos sus esfuerzos hacia una reanudación del diállogo están en una situación favorable para preconizarlo, no descarto reacciones de quienes están en desacuerdo.

En cuanto a la oportunidad de reanudar el diálogo con ETA, el presidente de Eusko Alkartasuna (EA), Carlos Garaikoetxea, declaró ayer en Vitoria que no obstaculizará cualquier contacto que se pueda producir con la organización terrorista ETA, sí bien aclaró que "al no haber cesado las hostilidades" todavía no es el momento oportuno para ello. Garaikoetxea, según informa Pedro Gorospe, diferenció entre lo que son contactos con ETA, cuyo objetivo es preparar una salida negociada para la violencía, y la negociación política, que debe ser protagonizada por los representantes de la voluntad popular.

No obstante, el presidente de EA se preguntó si tras la posibilidad de que se haya producido un secuestro en Pamplona se están dando esas condiciones objetivas.

La reanudación de los contactos determinaría la asignación de un elevado protagonismo a Herri Batasuna. Así lo plantea un reciente texto interno de KAS, redactado posteriormente a las elecciones legislativas del 29 de octubre y atribuido a Josu Muguruza.

Relieve para HB

El documento mencionado señala: "Si el punto de partida, y condición indispensable, para el proceso negociador ha de establecerse entre el Gobierno de Madrid, en representación de los poderes del Estado y ETA, garante de los intereses del pueblo trabajador vasco, no es menos cierto que la Unidad Popular-Herri Batasuna ha de jugar un papel de importancia progresiva en el desarrollo del proceso negociador en la medida en que ésta representa directamente la voluntad popular expresamente pronunciada por la necesidad de la alternativa".El texto de KAS plantea, a continuación, la necesidad del trasplante de sus organizaciones hacia HB: "Las organizaciones de KAS hemos de esforzarnos en llevar a cabo un trabajo de fortalecimiento de la Unidad Popular (HB), aportando cuadros que, por su preparación política y militante, sean capaces de insertarse en las estructuras organizativas propias de ésta e identificarse con ellas y poner a su servicio toda su entrega militante cualificada, sabiendo adaptar su trabajo y discurso a las condiciones específicas de esta formación política y a sus coordenadas políticas".