El Partido de Dios

El Partido de Dios, más conocido por su nombre en árabe, Hezbolá, se crea en 1982 en Baalbeck, la antigua Heliópolis, a semejanza de su homónimo iraní. Para entonces, Líbano ya se encuentra resquebrajado por la guerra civil. Las masas de shiíes desarrapados de los suburbios meridionales de Beirut constituyen terreno abonado para la rápida implantación del nuevo grupo. Influidos por sus mentores de Teherán, los hezbolahiy¡n libaneses harán también del líder de la revolución islámica iraní, el ayatolá Ruhola Jomeini, su guía espiritual.Hezbolá recluta a sus mil¡tantes entre los más extremistas de los musulmanes shiíes, les arma, les da un ideal por el que morir y dinero de las arcas iraníes, y les convierte en una fuerza política y militar en la escena libanesa.
El radicalismo en la puesta en práctica de sus convicciones, que les ha valido el calificativo de locos de Dios, se .debe a algo más que haber transformado el paisaje de las calles de Beirut oeste en una procesión de mujeres cubiertas de negro. Bajo el pretexto de su objetivo islámico, frente a los valores occidentales, los integristas o fundamentalistas, como se les llama según se traduzca del francés o del inglés, han secuestrado, extorsionado y asesinado. Todos los medios son válidos para su islam.
Han sido precisamente sus tomas de rehenes occidentales, amparados bajo nombres diversos como Yihad islámica, Organización de la Justicia Revolucionaria u Oprimidos de la Tierra, las que le han hecho tristemente famoso. Tampoco hay que olvidar la voladura del cuartel de los marines de EE UU en Beirut, que con más de 300 muertos constituye su máximo triunfo.
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