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Los padres de cinco niños prematuros denuncian que los bebés se quedaron ciegos en un hospital de Jaén

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El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Jaén, José Requena, ha incoado diligencias para esclarecer la causa de la ceguera de cinco niños prematuros nacidos en el centro maternal del hospital público Ciudad de Jaén entre febrero y abril de 1988. Los cinco niños, dos de ellos gemelos, nacieron con un peso insuficiente y estuvieron en la incubadora unos 60 días. Los padres, que entablaron amistad entre sí cuando iban a visitarles, expusieron el hecho a la fiscalía de la Audiencia Provincial de Jaén. Fuentes médicas del hospital afirman que la causa es la inmadurez de los niños y descartan un fallo de las incubadoras.

El juez Requena ha solicitado al hospital público Ciudad de Jaén, dependiente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), como primera acción, que le envíe una relación de niños prematuros nacidos en los primeros meses del pasado año. Fuentes del centro dijeron a EL PAÍS que de enero a abril de 1988 fueron atendidos en el mismo 150 niños prematuros. Los padres, asimismo, demandan al juez que investigue si a sus hijos se les aplicó la dosis correcta de oxígeno cuando estuvieron en la incubadora.Los niños, en cuya instrucción participa la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), han sido intervenidos quirúrgicamente en hospitales de Barcelona, Madrid y Sevilla.

Luisa Ruiz Martínez, tía carnal de los gemelos Daniel y Raúl, nacidos el 3 de marzo de 1988 y domiciliados en Navas de San Juan (Jaén), señaló que sus sobrinos estuvieron bastantes semanas en la incubadora y que los médicos, cuando les dieron el alta, no alertaron a su hermana sobre la afección de los niños. Raúl y Daniel, que nacieron con un peso de 1.400 y 1.500 kilogramos, respectivamente, estaban ayer en Barcelona, para pasar revisión en el servicio de Oftalmología del hospital Valle de Hebrón.

Otro de los afectados es Raúl Ballén, nacido el 11 de febrero pasado. Raúl pesó al nacer 920 gramos, por lo que estuvo dos meses en la incubadora y aproximadamente otro mes más en el nido", recuerda su madre, Sagrario Aguilar, de 26 años. "Después de tanto tiempo sin poder cogerle en brazos y sólo verle a través de los cristales, me lo dieron sin decirme que se iba a quedar ciego".

Raúl, vecino de Jaén, ha sido operado en la clínica privada madrileña La Luz. "El doctor Outeriño [el oftalmólogo que practicó la intervención] me ha dicho que evoluciona bien, pero yo, la verdad, no le aprecio ningún cambio", afirma desolada Sagrario. Ella decidió suscribir la denuncia después de que el doctor Outeriño asegurara que la ceguera del niño "no era congénita, sino producto de la oxigenoterapia a que fue sometido durante el período en que permaneció en la incubadora". También me dijo", reconoce, "que el niño hubiera muerto si no se le pone oxígeno".

Coincidencias

El 21 de marzo de 1988 nació, con un peso de 950 gramos, en el sexto mes de gestación, José Antonio Redondo Expósito. Su madre, Isabel Expósito, vecina de Andújar, se pregunta: "¿Qué ha pasado para que a los cinco niños nacidos más o menos en la misma fecha, les ocurra igual, que se queden ciegos?".

"Al mes de darle el alta, noté que el chiquillo no se fijaba en nada. En principio, pensé que ello podía deberse a su inmadurez, pero transcurrió más tiempo y la actitud del niño no cambiaba", evoca Isabel. Su hijo ha sido sometido ya a dos operaciones en una clínica de Sevilla, "pero sigue igual", se lamenta".

Con un peso de 1,170 kilogramos vino al mundo, el pasado 19 de abril, Manuel Sedeño Chica, único hijo del matrimonio formado por Segundo y María ilesús. "Antes de dárnoslo, estuvo unos dos meses en la incubadora y otro en el nido", precisa Segundo. "En un principio los médicos nos dijeron que tenía algo en los ojitos, pero no le dieron importancia. Luego se confirrrió la ceguera e hicieron otro diagnóstico".

Segundo asevera: "Los oftalmólogos que he consultado me han dicho que el oxígeno, por exceso o por defecto, era la causa". El pequeño, que hoy cuenta 17 meses de vida, ha sido intervenido en Sevilla, y, según su padre, tendrá que pasar otra vez por el quirófano.

Juan Pedro Mediano, director gerente del hospital Ciudad de Jaén, asegura que "no existe ninguna relación causa-efecto que se justifique la invidencia de estos prematuros", y rechaza "al margen de las coincidencias", que la misma sea achacable a un error médico o a un mal funcionamiento de las incubadoras.

Mediano afirma que entre un 7% y un 8% de los niños prematuros, "que nacen con las malformaciones lógicas del adelantamiento de¡ parto, son susceptibles de sufrir cegueras, que podría tener su causa en la oxigenoterapía, aunque ésta es, por otra parte, "necesaria para que el niño viva y no inuera", asegura.

Otra fuente médica del servicio de Pediatría del centro Maternal del hospital, que conoce el caso, aseguró ayer que 11 el riesgo de invidencia es alto entre los niños que nacen con 30 semanas de gestación", y que lo ocurrido tiene una explicación científica.

La misma fuente precisó que la ceguera les pudo sobrevenir 11 por la inmadurez tan importante que tienen en la retina, por la fototerapla, e incluso por la alimentación parenteral [a través de la circulación sanguínea] a que son sometidos".

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