Interior asegura que el iraní que se suicidó no informó que estuviera perseguido en su país

La investigación que el Ministerio del Interior inicio tras el presunto suicidio de un iraní, que se lanzó al vacío para evitar ser enviado a Irán, concluye que el fallecido nunca manifestó temores a ser repatriado a su país. Las asociaciones de ayuda a los refugiados no conceden credibilidad a este argumento, puesto que, según consta en sus archivos, el iraní manifestó en repetidas ocasiones que sufría persecución política por problemas con el régimen jomeinista.

La investigación que concluyó Interior, después de recibir peticiones desde diversos organismos, introduce dudas sobre la persecución a la que estaba expuesto e indica que nunca le fue comunicado este hecho y que nunca se resistió a ser enviado a ese país.Las fuentes de agrupaciones de defensa de los refugiados mantienen que hasta cierto punto puede ser lógico que en su declaración no figuren estos temores, "puesto que habitualmente no se indica hasta el último momento a qué lugar van a ser expulsados los ciudadanos a quienes se les incoa expediente de expulsión".

Al afirmar que desconocía que Motjaba Shattah sentía temor a ser enviado a Irán, Interior intenta responder a las acusaciones de haber actuado contra de la Ley 5/84, que impide enviar a un expulsado a su país de origen cuando existen motivos para temer persecución o castigo. De hecho, según el compañero del iraní S. F., horas después del suicidio aparecieron dos policías por la casa, en la calle de Tembleque de Madrid, para explicar lo que había ocurrido que hicieron hincapie en que el iraní iba a ser enviado a Turquía y no a Irán.

El citado amigo de Shattah, que pidió refugio en España hace más de seis años, asegura que el fallecido estaba atravesando una crisis emocional y que le había solicitado dinero para viajar a Canadá, donde pensaba encontrar trabajo a través de unos amigos. S. F. que apoyó económicamente a Shattah durante los últimos meses explicó que le había entregado 100.000 pesetas para que comprara el billete.

Por otra parte, Interior esgrime que Shattah renunció voluntariamente a la primera de las tres peticiones de asilo. Según las asociaciones consultadas, es "práctica habitual en la policía que se haga firmar la renuncia cuando algún solicitante de asilo pide su pasaporte para viajar y Shattah necesitaba desplazarse a Paquistán para tratar de localizar a su farnilia".

Tras las reuniones que han mantenido las asociaciones citadas con el Ministerio del Interior, éste mantiene que no pensaba enviar a Shattah a Irán, sino a Turquía.

Las asociaciones han solicitado a Interior que especifique si solicitó el permiso en la Embajada turca, sin que hasta el momento hayan obtenido respuesta alguna. Shattah carecía de documentación y de pasaporte en vigor, según las asociaciones de refugiados consultadas.