_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Del conflicto insular

Deseo referirme a la información aparecida en EL PAÍS del sábado 11 de los corrientes, en la sección de Opinión, titulada Conflicto insular, haciendo algunas precisiones:1. Los 18.000 alumnos de la universidad de La Laguna no son víctimas de la ley de Reorganización Universitaria de Canarias, sino de la decisión de su rector, señor Alberto, y de su equipo de gobierno, que, en un empecinamiento personal digno de mejor causa, no han aceptado la citada ley (promulgada por el Parlamento de Canarias), respondiendo con un lock-out universitario -y no huelga, puesto que no se han respetado las normas de preaviso o de servicios mínimos- al que se oponen nutridos grupos de profesores y alumnos de esa universidad. En todo caso, se trata de una huelga sui generis, ya que, como ha revelado la Prensa, ni el señor Alberto ni los profesores que la secundan han dejado de cobrar sus emolumentos.

2. Lo del patrimonio universitario de La Laguna en Las Palmas es muy discutible, ya que la sede de todas las divisiones y la sección delegada de Derecho ocupan inmuebles y utilizan servicios e instalaciones propiedad del Cabildo Insular de Gran Canaria. Sólo la facultad de Veterinaria, única facultad creada por La Laguna, se nutre de presupuestos laguneros en lo que a instalaciones se refiere.

3. "La conflictiva norma legal", como se la denomina en el aludido artículo, fue ampliamente debatida, y aprobada por el Parlamento de Canarias, sintetizando las aspiraciones universitarias de Las Palmas, gestadas a lo largo de muchos años (de carencias y frustraciones.

4. Esta ley no tiene nada de "salomónico trueque", es el resultado de la experiencia unánime de todos los centros elependientes de La Laguna en Las Palmas, marginados y olvidados, y mantenidos en condiciones mínimas. El articulisia se olvida de decir que también tenía la universidad Politécnica de Las Palmas centros en Tenerife que han pasado a depender de La Laguna, y nadie en esta isla ha hablado de despojo o de pérdida de patrimonio.

5. No han sido las justas demandas de Las Palmas, respaldadas por dos gigantescos plebiscitos populares en 1982 y 1988, con más de medio millón de personas en la calle, las que han dividido el archipiélago canario, sino el empecinamiento y la mezquindad de la universidad que debió propiciar el nacimiento de la universidad de Las Palmas de Gran Canaria, como hicieron Granada, Sevilla o Valencia, por citar unos pocos ejemplos, de las que nacieron las universidades de Málaga, Córdoba y Alicante, sin hablar de los numerosos colegios universitarios y facultades en el territorio peninsular, o del caso reciente de las dos universidades en Galicia, en donde la universidad de Santiago de Compostelano se ha cerrado ni declarado en huelga por ello. Y esto sin tener en cuenta el hecho insular, pues, si bien de Alicante a Valencia se puede ir hasta en bicicleta, no es éste el caso, prescindiendo de otras consideraciones, de Gran Canaria a Tenerife, con más de 90 millas de océano, razón más que suficiente para contar con universidad. Una región discontinua y fragmentada como la nuestra obliga a la búsqueda de soluciones originales a los problemas político-administrativos o académicos.

6. Una de las características más anómalas de la huelga es el motivo: no se trata de problemas académicos, laborales o de otro orden, sino simplemente de impedir que prospere la universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Pienso que ya es hora de que la universidad de La Laguna una a sus lemas fundacionales aquel del perro del hortelano, que ni come ni deja comer.-

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_