El virus del antisemitismo vuelve a Rusia
Aplausos en la federación de escritores rusos a un dirigente que culpa a los judíos de los males del país
Un estallido de antisemitismo, en su forma más abierta, está a punto de dividir racialmente a los mides de agrupados en la asociación oficial de los profesiconales de la pluma de la República Federativa de Rusia, la mayor de las 15 repúblicas soviéticas. Los escritores aplaudieron en su último congreso a un dirigente que achacó al "virus hebreo" los males del país y rindieron homenaje a la familia del último zar.
Sobre un telón de fondo de crisis económica y problemas nacionalistas que se dejan sentir a lo largo y ancho de la geografía de la URSS, un sector de la población rusa es atraída por ideas según las cuales existe una conspiración judeomasónica dirigida contra los intereses deI pueblo ruso.De estas ideas, que parecen retomar ahora nueva fuerza, se nutren grupos como Pamiat (Memoria), que el 7 noviembre, aniversario de Revolución de Octubre, organizó un mitin en un cine de Moscú custodiado por una escolta de jóvenes vestidos con camisas negras, botas de caña alta y correajes de cuero. Dimitri Vasiliev, uno de los líderes de Pamiat, pidió allí una investigaón sobre la muerte del zar Nicolás II en 1917.
Hasta hace poco, el aintisemitismo que suena en algunos puntos de reunión callejeros en Leningrado y Moscú no se expresaba abiertamente en círculos intelectuales. Sin embargo, un pleno de la Unión de Escritores de la República Federativa Rusa celebrado los días 13 y 14 de noviembre en la soviética ha roto al comedimiento con el que, en general, se expresaba en público una categoría de ciudadanos considerados como la flor y nata de la intelectualidad rusa.
El escritor Anatoli Buylov, ex cazador de tigres en la taiga, arrancó aplausos encendidos del público que llenaba el auditorio central de la Unión de Escritores de la URSS se cuando afirmó que Rusia se ericuentra atacada por un "virus", y que tal "virus" son los hebreos y los cosmopolitas. Buylov, que reside en Siberia, afirmó que tales grupos étnicos están interesados en la desinte gxación de la URSS.
Rusos y hebreos
La poetisa Tatiana Glushkova dijo que existe una "lucha entre el sionismo y la humanidad" y comparó con los "niños palestinos" a los escritores de Leningrado que han fundado una asociación paralela a la oficial, alegando que ésta está controlada por los hebreos. "Los rusos", dijo en solidaridad con Buylov, "necesitan de apoyo un millón de veces más que los hebreos".
El ambiente nacionalista se caldeó hasta tal punto que el día 14 los asistentes al pleno se pusieron de pie mayoritariamente y guardaron un minuto de silencio en memoria de la familia del último zar, fusilada en 1917, después de que VIadimir Karpetz hiciera un llamamiento para acabar con los ídolos de Marx y Engels y de que el escritor Serguei Mijailkov, autor de la letra del himno nacional de la URSS, tratara en vano de salvar de la pira a los padres de la Revolución de Octubre, Tal discusión ideológica, que indaga en el árbol genealógico de los líderes bolcheviques, tiene una vertiente práctica inmediata, a saber: la lucha por el control (y los ingresos) de las revistas literarias dependientes de la Unión de Escritores de la República Federativa Rusa.
El escritor y diputado del Soviet Supremo Vasili Belov reprochó al Parlamento soviético aprobar la ley que regula los viajes al extranjero y retrasar la ley sobre la tierra. Belov, que pertenece al grupo de escritores denominados de aldea, es uno de los paladines de la corriente nacionalista, que considera la apertura hacia Occidente como un factor de destrucción de los valores tradicionales rusos. El escritor comentó, despreciativamente una invitación cursada por el embajador norte americano en la URSS, Jack Matlock, para participar en un debate con Vasili Aksionov, un escritor obligado a exiliarse en época de Breznev.
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