Cerrada pugna en Brasil para el segundo puesto en las presidenciales de hoy

Una cerrada pugna, en la que vale todo, está abierta por el segundo puesto en la elección presidencial de Brasil. Más de 82 millones de brasileños están convocados hoy para la primera elección presidencial libre y democrática desde el golpe militar de 1964. Las encuestas dan con certeza el primer puesto al populista de derecha Fernando Collor, de 40 años. Cuatro candidatos disputan el segundo puesto, que permite entrar en la lucha decisiva por la presidencia en la segunda vuelta, el 17 de diciembre. No se cree que ninguno de los 21 candidatos pueda reunir el 50% de votos que haría innecesaria la segunda vuelta.

Los candidatos de izquierda, que se autodefinen como socialistas, Luis Inacio Lula, de 44 años, y Leonel Brizola, 67 años, parecen contar con mayores posibilidades y marchan codo a codo, según las encuestas. No descartan los sondeos al senador socialdemócrata Mario Covas, 59 años, y al derechista Paulo Maluf, 58 años, que fue alcalde de Sâo Paulo y gobernador del mismo Estado durante la dictadura militar.Algunos medios de comunicación definen con la expresión vale todo este final ante la elección de hoy. Esta definición viene del título de una famosa telenovela de la Red Globo, que consagró esa frase como eslogan moral del Brasil actual. El vale todo afecta sobre todo a los candidatos con más posibilidades de entrar en el segundo puesto hoy, sobre todo Lula y Brizola, que mantienen abierta una agria disputa.

Este enfrentamiento puede tener consecuencias para la unidad del voto de la izquierda, si alguno de los dos pasa a la segunda vuelta. Tras los intercambios de injurias ante las cámaras de televisión y en varios mítines, parece difícil imaginarse que en un mes se reconcilien y cedan los votos. Gente próxima a Lula comentaron a EL PAÍS en Sâo Paulo, que "Brizola está loco, porque sabe que pierde. Por eso atacó desesperadamente. Si Brizola pasa al segundo turno, aunque Lula quisiera, el partido no va a trabajar para Brizola".

En respuesta a este periódico, Lula declaró que, en el debate final ante la televisión, "Brizola estaba nervioso, inquieto, fuera de sí. Tengo la impresión de que el buscaba un pretexto para pelear y no votar a la candidatura de Lula". Y añadió: "Si llegase un candidato de izquierda, habría una alianza en el segundo turno" y "vale la pena un pacto de la izquierda".

Covas y Maluf

En el debate, Brizola no ahorró a Lula las acusaciones de inexperiencia, y sacó a relucir la presunta corrupción del senador José Brisol, candidato a vicepresidente de Lula.A la petición de Brizola de que se quitara la barba, "para verle a cara descubierta", Lula replicó que sería como pedir a su rival que se pusiese peluca, y dijo que "a Brizola le gusta subir un obrero a la palestra, pero se incomoda al tomar el micrófono".

Ante el temor a una victoria de la izquierda, sectores moderados de la clase media y derecha civilizada, apoyan la candidatura del senador socialdemócrata Mario Covas, que parece subir en la recta final. Covas ha procurado mantenerse al margen de las injurias y trata de presentarse al electorado como la opción más razonable. Trata Covas de conseguir el voto útil de la izquierda y se presenta como la única alternativa capaz de derrotar a Collor en la segunda vuelta. Covas espera heredar los restos del PMDB, el partido de Gobierno que marcó la nueva República y que ha quedado destruído y hundido en el desprestigio de la presidencia de José Samey.

El cuarto en discordia, Mahif, es un eterno perdedor. Este derechista de Sáo Paulo hajugado todas sus bazas en heredar los votos del presentador de televisión Silvio Santos, candidato rechazado por el Tribunal Supremo Electoral. En el último debate de televisión, Maluf apeló descaradamente a los votantes de Santos, que pueden ser unos siete millones, y dijo que contaría con el presentador de televisión en su Gobierno, si llega a presidente.