Los sindicatos destacan la pérdida de poder adquísítivo de los trabajadores que dependen de los Presupuestos

El aumento de precios al consumo durante el mes de octubre confirma que será difícil terminar el año por debajo del 7%, a juicio del sindicato Comisiones Obreras, y supone una importante pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores que dependen de los Presupuestos Generales del Estado y de aquéllos que no tengan establecida en su convenio una cláusula de revisión salarial.A juicio de este sindicato, "el origen de las tensiones inflacionistas de la economía española se encuentra en el fuerte aumento de las rentas no salariales, en el desarrollo de importantes procesos especulativos y en el agravamiento de las estructuras monopolistas que imponen elevados márgenes de beneficios", y no en el aumento de los salarios. Por este motivo, Comisiones "exige al nuevo Gobierno que adopte medidas anti-inflacionistas que actúen sobre el oirigen real del aumento de los precios, rechazando las medidas de ajuste anunciadas por Solchaga".

CC OO emplaza al nuevo Gobierno a que fije un objetivo de inflación creíble para el próximo año, así como para que adopte las medidas, oportunas para pagar la deuda social.

Un objetivo creíble

A juicio de UGT, la desviación de la inflación este año respecto al objetivo inicial alcanza una magnitud no conocida desde hace tiempo e incrementa la deuda social que la organización viene reclamando. Según sus cálculos, de enero de 1988 a octubre de 1989 el incremento de los precios ha generado una importante pérdida de poder adquisitivo para nueve millones de personas que dependen de los presupuestos generales del Estado y que sólo se recuperaría con 230.000 millones de pesetas.

Unión Sindical Obrera, por su parte, coincide en calificar el incremento del IPC como "un nuevo golpe contra los salarios y las prestaciones sociales". En opinión de esta central, el Gobierno "tiene la obligación de tomar las medidas para la recuperación del poder adquisitivo de trabajadores, pensionistas y jubilados".

La patronal CEOE, mientras, considera que la inflación "no es particularmente elevada", aunque sí lo es el mantenimiento por encima del 7% de la subyacente, "que es la que mide cuál es la inflación de la economía". CEOE critica la política antiinflacionista del Gobierno ya que "puede que eliminemos la inflación pero arrasaremos a todas las empresas expuestas a la competencia foránea".

El Partido Popular también ha criticado la política antiinflacionista seguida por el Gobierno. El PP considera especialmente grave que el diferencial de inflación "siga creciendo lentamente con respecto a nuestros países competidores".

Las Cámaras de Comercio también han criticado Ia persistencia de una elevada y enraizada inflación en España". Como solución, piden una "decidida participación de todos los agentes económicos para reducir rápidamente el actual ritmo de incremento de los precios". Solicitan además que el Gobierno adopte una política presupuestaria que colabore con la monetaria en la contención de los precios.