La Unesco resuelve su polémica sobre la comunicación

"La Organización de las Naciones Unidas, para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) aprobó ayer por consenso una nueva estrategia sobre la comunicación, en la que se reafirman los valores de la libertad de expresión y se asegura "la libre circulación de la información, tanto a nivel internacional como nacional". No obstante, se mantiene la reivindicación de los países del Tercer Mundo de conseguir "una difusión más amplia y mejor equilibrada de la información y de la producción cultural". Este último objetivo se perseguirá "sin ningún obstáculo a la libertad de expresión", según una enmienda introducida en el proyecto de resolución por el grupo de países de la Comunidad Europea.

El proyecto fue aprobado ayer en la reunión de la comisión plenaria dedicada al apartado La comunicación al servicio de la humanidad, que forma parte del Plan a Medio Plazo de la Unesco para los próximos seis años. El documento está pendiente aún de su aprobación, el próximo miércoles, en el plenario de la Conferencia General, pero esto se considera un mero trámite, ya que en la comisión están representados los 161 países miembros.El consenso se ha salvado ne sin dificultades en este polémico campo de la comunicación, que estuvo en el origen de la crisis de la Unesco por las violentas controversias que desató el Nuevo Orden Mundial de la Infórmación y de la Comunicación (NOMIC). EE UU y el Reino Unido abandonaron la Unesco en 1983 alegando, entre otras razones, su desacuerdo con el NOMIC, pese a que lo habían aprobado por consenso mientras estuvieron en el organismo.

Ante la persistencia de las discrepancias, la comisión formó el martes un grupo de trabajo integrado por 18 países (tres por grupo geográfico) y un día después se constituyó un "grupo de contacto" de seis naciones, en el que España y Senegal han destacado en sus trabajos para conseguir el acuerdo. El proyecto de resolución garantiza "a los periodistas la libertad de informar y el más amplio acceso posible a la información", asegura a los medios, tanto públicos como privados -una novedad- las condiciones "para consolidar su independencia" y expresa la preocupación por las "disparidades" entre los Estados miembros.

Polémico

El punto más polémico en relación a las exigencias norteamericanas es, según fuentes diplomáticas, la inclusión de unos párrafos en los que la Unesco no reniega de su pasado sobre el NOMIC, pero se compromete en la "vía de la innovación" representada por la nueva estrategia, que refuerza la libertad de expresión. Esta nueva estrategia "consiste en desarrollar, en los Estados que lo deseen, la formación de profesionales de la comunicación, así como las condiciones de una educación en los medios, que privilegiaría el desarrollo del espítitu crítico entre los usuarios y la capacidad de reacción de los individuos y de las comunidades, frente a toda forma de manipulación. Favorecería, al mismo tiempo, la buena comprensión de los medios de que disponen los usuarios para defender sus derechos".Estos párrafos se han incluido como una transacción ante la pretensión de Yugoslavia -secundada en parte por India y Argelia- de reivindicar pura y simplemente el NOMIC. Todas las referencias a la libertad de expresión en el plan a seis años que había eliminado la pasada primavera el Consejo Ejecutivo han sido reintroducidas, así como la idea del director general, el español Federico Mayor Zaragoza, de elaborar un estudio sobre el estado de la libertad de expresión en el mundo.

"Inversión del énfasis"

En conjunto, fuentes diplomáticas resaltan que se ha producido "una inversión del énfasis" en la pugna entre los conceptos "complementarios" de libre circulación y de equilibrio informativo, en favor del primero. EE UU, y especialmente algunos medios informativos norteamericanos, han visto en la noción de "equilibrio" una puerta abierta para que los Estados en vías de desarrollo pudieran conculcar la libre expresión. En relación a si la resolución permitirá el regreso de EE UU, las mismas fuentes señalaron que "nadie de buena fe" puede ver en esta nueva estrategia ninguna traba a la libertad de expresión, aunque mostraron su escepticismo por el hecho de que Estados Unidos "se fue por razones ajenas a la organización".El observador norteamericano, Richard Miller, manifestó ayer que persisten las ambigüedades. La reacción de Miller fue la única nota discordante en un ambiente de satisfacción, expresada por todos los grupos geográficos, desde la CE, que destaca el cáracter "irrestricto" de la libre circulación de la información, hasta el Grupo de los 77 (países en vías de desarrollo), que juzga el texto "equilibrado y constructivo".